El caso De Broglie comienza a inquietar al poder giscardiano
Paso a paso, semana tras semana, el llamado caso De Broglie en su origen, y que posteriormente se convirtió en el asunto Poniatowski, inquieta seriamente al poder o, más concretamente, al mundo giscardiano, a pesar de la aparente indiferencia de la opinión pública. Una nueva revelación del semanario satírico Le Canard Enchainé conformada por el director general de la Policía Judicial de París, evidencia que el Ministerio del Interior estaba al corriente de que se preparaba el asesinato del ex ministro y diputado giscardiano Jean de Broglie, sin que tomara las medidas para evitarlo.
Conviene recordar que De Broglie fue muerto a tiros en París el 24 de diciembre de 1976. Pocos días después, el entonces ministros del Interior, Michel Poniatowski, anunció ante la opinión pública que todos los culpables habían sido detenidos y que el asunto «queda zanjado». Posteriormente, el semanario citado relanzó las investigaciones, al revelar implicaciones múltiples que atentaban, en última instancia, contra el presidente de la República, Valéry Giscard d'Estaing, y su amigo y confidente Poniatowski, que habían sido amigos del príncipe De Broglie, y que se sospechó tenían interés en que desapareciera.Como ocurrió en su día con el asunto de los diamantes de Bokassa, en un primer tiempo el affaire Poniatowsai causó gran sensación, para después caer en el semiolvido. Pero a instancias de la oposición se creó una comisión que investiga sobre el asunto y, por su lado, una buena parte de la Prensa, «inspirada» por las revelaciones constantes de Le Canard, parece dispuesta a buscarle las vueltas a Giscard.
A estas alturas, tras las últimas «novedades» que han colocado de nuevo a Poniatowski en la primera línea de la actualidad francesa, tres elementos juegan contra el poder: la Prensa y las declaraciones sucesivas de los responsables de la policía han establecido que estos últimos han mentido en varias ocasiones. Segundo: la comisión parlamentaria podría conseguir, al menos así lo pretende, que Poniatowski comparezca ante la justicia. Tercero: el gaullismo, la componente más numerosa de la mayoría, se ha unido a la oposición.
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