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Francia entrega cinco presuntas terroristas a la RFA

Las cinco jóvenes alemanas, presuntas militantes del Movimiento 2 de Junio, detenidas en París el pasado 5 de mayo, han sido entregadas ya a las autoridades alemanas, coincidiendo con el penúltimo día de estancia oficial del presidente francés, Giscard d'Estaing, en la República Federal de Alemania. La estrecha cooperación entre los dos países, en materia de lucha contra el activismo armado, ha sido considerada en Bonn como modélica.Sin embargo, algún que otro capítulo, como la entrega a la policía alemana por la francesa del abogado Klaus Croissant, hoy ya en libertad, ha suscitado ciertos temores a quienes insisten en ver detrás del programa policial para la total erradicación del terrorismo en la RFA otras intenciones de más amplio alcance. Un diputado de la Dieta (Parlamento) de Hamburgo denunció, la semana pasada, que la policía observaba secretamente, desde hace una década, los urinarios para hombres, a la caza de homosexuales, y ello a pesar de que este país cuenta, desde hace un mes, con una ley muy progresista por la que se despenalizan las relaciones entre personas del mismo sexo.

De las cinco mujeres, Sieglinde Hofmann, de 35 años, pasa por ser la más peligrosa del grupo. Sieglinde Hofmann forma parte de un grupo de cuatro militantes del RAF (Fracción del Ejército Rojo) que, tras participar en el asesinato del banquero Juergen Ponto, en julio de 1977, y huir de la RFA, fueron detenidos temporalmente en Yugoslavia en noviembre del año siguiente. Al no lograr el Gobierno yugoslavo la entrega de varios extremistas croatas, supuestos autores de atentados contra representaciones diplomáticas del país balcánico en la RFA, Belgrado decidió poner en libertad a los cuatro. Ingrid Barabass, de veintiocho años, es considerada la segunda detenida con mayores probabilidades de intervenciones armadas.

Regina Nicolai, de veintisiete años, también parece implicada en algún robo a mano armada. Sin embargo, los nombres de las otras dos mujeres, Karin Kamp y Karola Magg, no figuraban en los registros policiales el día de su detención.

Mientras tanto, en París, una bomba hizo explosión en la oficina de los ferrocarriles germano-occidentales, informa France Press. El artefacto, colocada, junto a una ventana, estalló a primeras horas de la madrugada destruyendo completamente el interior de la oficina.

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