180 muertos en la peor ola de calor del siglo en EE UU
La ola de calor más importante del siglo, que padece Estados Unidos actualmente, ha costado la vida a 180 personas en los Estados del sureste norteamericano. Trece de las víctimas son emigrantes clandestinos de nacionalidad salvadoreña, que fueron abandonados a su suerte en el desierto de Arizona.
Los emigrantes fallecieron durante el pasado fin de semana en el desierto de Arizona, en la zona fronteriza entre México y EE UU, víctimas de la ola de calor que actualmente azota la región sureste de Estados Unidos, con temperaturas que alcanzan algunos días 120 grados Farenheit (unos 48 grados centígrados). Un grupo de 45 hombres, mujeres y niños, originarios de El Salvador, atravesó ilegalmente la frontera mexicano-estadounidense durante la noche del pasado jueves. Contrabandistas de hombres, denominados «coyotes», que tradicionalmente se dedican a guiar emigrantes clandestinos (cifrados cada año en miles de personas), abandonaron en pleno desierto al grupo de salvadoreños, tras robarles el dinero y otros objetos de valor.Perdidos en la zona del Captus National Monument, sin alimentos ni agua, trece personas sucumbieron al tórrido calor. Después de tres días y tres noches en el desierto, una mujer llegó hasta el borde de una carretera, donde encontró un motociclista que avisó a los servicios de socorro. Otras trece personas pudieron ser rescatadas.
«Es probable que haya todavía supervivientes», declaró Franklin Wallece, responsable de las operaciones de rescate. Es posible que algunos miembros del grupo hayan regresado a México. Los supervivientes actualmente tratados en el hospital de New Cornelia, en la localidad de Ajo, bebieron el contenido de botellas de loción para después del afeitado, líquido desodorante y orines en sus esfuerzos para sobrevivir. «Ha sido un crimen premeditado, horrible. Hubiera bastado con que les indicaran el rumbo para haber evitado la carnicería», dice Víctor Ochoa, jefe de policía de Ajo.
Una vez solos y perdidos, en medio del desierto de Arizona y con temperaturas de 45 grados a la sombra, se desencadenó una auténtica lucha por la supervivencia, en la que únicamente podía regir la ley del más fuerte.
Algunos de los hombres cedieron sus raciones de agua a las mujeres y niños, pero otros se las arrebataron a la fuerza, dejando a los más indefensos abandonados.
Según el relato de los supervivientes, dos mujeres murieron en una pelea por una botella en la que alguien había introducido un litro de orina.
Durante las últimas semanas, los habitantes de los Estados del sureste de EE UU viven bajo temperaturas medias del orden de los 100 grados Fahrenheit (casi 38 grados centígrados), con máximas de hasta 117 grados (47 grados centígrados) en la ciudad de Wichita Falls. Las últimas estadísticas de la ola de calor suman 180 muertos, de los cuales 75 en el Estado de Tejas, incluidos 52 en la ciudad de Dallas.
Las cosechas de maíz, sorgo y soja han quedado completamente destruidas por el calor.
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