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PAIS VASCO

El Ayuntamiento de Tolosa pide la retirada de las FOP

El Ayuntamiento guipuzcoano de Tolosa ha vuelto a adoptar, en sesión plenaria, un acuerdo por mayoría, en el que solicita al gobierno civil de la provincia y al propio Gobierno vasco que prohiban a las Fuerzas del Orden Público su presencia en este área municipal, mientras se produce su sustitución por las futuras fuerzas de la policía autónoma. Las autoridades municipales de esta villa consideran que la actuación de la Guardia Civil los días 15 y 25 de junio fue totalmente improcedente, y «no tenían otro fin que el de aterrorizar a la población».La corporación decidió también en el mismo pleno, con los votos a favor de Euskadiko Ezkerra, Herri Batasuna y Partido Carlista, la publicación y distribución de un bando, en el que se aconseja al vecindario que «no abra las puertas a nadie que se autotitule autoridad policial o judicial durante horas nocturnas, y durante las diurnas si no va acompañado de un agente municipal y previo conocimiento del alcalde». Estos acuerdos obtuvieron la abstención del Partido Nacionalista Vasco y el Partido Socialista de Euskadi. No obstante, al principio del pasado mes, el ayuntamiento ya había decidido por unanimidad exigir la retirada de las FOP del territorio vasco y «condenar una vez más la actuación de la Guardia civil».

El informe del ayuntamiento asegura que el ambiente tolosarra era normal el domingo 15 de junio, cuando «hacia las ocho de la tarde irrumpió en Tolosa un gran contingente de la Guardia Civil, nueve Land Rover, cargados de hombres, que, a gran velocidad, dieron vueltas al casco viejo y zona de San Francisco-Laskorain, haciendo sonar sus sirenas y con un gran alarde de metralletas y fusiles ametralladores saliendo de sus ventanas».

La corporación considera que esta actuación pudo estar encaminada «a reprimir una manifestación proamnistía, que se originó en la plaza del Triángulo y se dirigía a la plaza de Ibarra». Acusan a la Guardia Civil de salir corriendo de sus automóviles hacia la plaza de Euskalherria, donde empezaron a pedir el documento nacional de identidad a los presentes.

«No existía ningún motivo que justificara», dice la nota del ayuntamiento, «la presencia de cincuenta o sesenta guardias civiles armados hasta los dientes, que apuntaban a los balcones y se introducían en los portales, haciendo como que perseguían a algún imaginario criminal».

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