Suárez niega que se haya distanciado de Abril
El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, desmintió ayer los rumores sobre un reciente distanciamiento entre él y el vicepresidente Fernando Abril. En unas declaraciones realizadas durante la visita que hizo a Soria manifestó que la única distancia entre ambos es la que geográficamente existe entre los respectivos despachos de la Moncloa y Castellana, 3. El presidente hizo estas manifestaciones poco antes de reunirse con los dirigentes centristas de Soria.
No obstante, a la salida comentó: «No estoy dispuesto a hacer cambios en el Gobierno; pero, si son imprescindibles, los haré». Poco antes, comentando los rumores aludidos, el presidente había insistido en que «no pasa nada: ni hay distanciamiento, ni hay problemas. He leído la prensa esta mañana y lo único que se es lo que han dicho ustedes».El presidente permaneció ayer unas seis horas en Soria. Sus principales actividades fueron la inauguración de la nueva residencia de la Seguridad Social y diversas reuniones con autoridades de Soria y, dirigentes provinciales de UCD. Le acompañaron el ministro de Sanidad y Seguridad Social, Juan Rovira Tarazona, y los miembros de su gabinete, Aurelio Delgado y Rosa Posada. Precisamente, los miembros del equipo presidencial han estado en el centro de las noticias sobre las disensiones aludidas, por las diferencias entre ellos y Abril.
Suárez llegó, sobre las 11.15 en helicóptero. Aterrizó en el parque de la Alameda de Cervantes, en el centro de la capital, donde fue recibido por las primeras autoridades provinciales, parlamentario centristas y varios cientos de personas. También estuvo en la recepción el capitán general de la V Región Militar, teniente general Antonio Elicegui.
En primer lugar, Suárez se dirigió al gobierno civil, donde celebró una reunión con la comisión de colaboración con las corporaciones locales, donde se pasó revista a los principales problemas de Soria. Según informó más tarde el gobernador civil de la provincia, Celestino Santín, en el centro de la reunión estuvo la preocupación por el despoblamiento y el subdesarrollo económico de Soria.
El presidente, según Santín, se comprometió, a título individual, a sacar adelante el plan especial provincial, en el que se hará hincapié en las inversiones del sector público, ausente hoy de Soria. El programa asistencial del Estado, actualmente existente para Soria, asciende a unos doscientos millones de pesetas.
Tras esta reunión, el presidente y sus acompañantes se dirigieron a la nueva residencia sanitaria Santa Bárbara. A la llegada, donde también se habían concentrado para saludarle un numeroso grupo de personas, Suárez fue recibido por el director del Instituto Nacional de la Salud, Jesús Borobio. El obispo de Soria, monseñor Teodoro Cardenal, bendijo las instalaciones, y el presidente descubrió una placa conmemorativa del acto.
Después de un breve recorrido por el centro, que dispone de 314 camas y entrará en funcionamiento en breves días, se celebró una reunión en el salón de actos del edificio. Tras unas palabras de agradecimiento del ministro de Sanidad, por el apoyo que la presencia del presidente significaba en el acto. Suárez hizo una larga disertación sobre la política sanitaria en marcha.
Entre otras cosas, dijo que la inauguración da cumplida respuesta a un anhelo de los sorianos de mejorar sus servicios públicos, y agregó que el acto simboliza la puesta en marcha de la reforma sanitaria recientemente aprobada por el Parlamento. Del contenido de ésta destacó la revitalización de los médicos de familia y su conexión con los centros de salud.
Superar las desigualdades
Después se refirió a las desigualdades entre «la España urbana y la España rural, entre la España peliférica y la España del interior», de las que dijo que hay que ponerles coto para que los derechos y las posibilidades sean iguales para todos.«Y eso hemos de conseguirlo mediante un ambicioso programa de reformas, corrigiendo los defectos estructurales del pasado, con la paciencia necesaria en todo aquel que sabe que la tarea requiere décadas de servicio, abnegación y sacrificio", añadió. Finalmente subrayó su compromiso personal y el del Gobierno con las aspiraciones de un mayor bienestar, especialmente en las zonas deprimidas, situación que debe ser corregida con una política de equilibrio e inversiones.
Por último, Suárez se reunió con el consejo político centrista de Soria, las primeras autoridades provinciales y otras personas en un almuerzo celebrado en un restaurante de las afueras. En la comida, el presidente expuso la situación política actual de España y del partido del Gobierno. Sobre las cinco de la tarde emprendió regreso a Madrid, también en helicóptero.
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