Los libreros quieren regular definitivamente su comercio

Los libreros españoles, reunidos desde ayer en congreso en Valladolid, quieren que de esta reunión nacional salga una efectiva regulación del comercio del libro, llegando al establecimiento de un precio justo y un registro oficial de librerías. Los reunidos son conscientes, según dijo ayer el presidente del congreso, Angel Altes, de que «la situación del sector es económicamente mala, pero vamos a intentar ponerle remedio».

En el congreso, que se prolongará hasta el próximo domingo, se van a estudiar los principales temas y problemas que afectan actualmente al sector. En el acto de apertura fue leída una carta manuscrita de Jorge Guillén. «Vivimos en una época tan crítica», dice el poeta vallisoletano, «que imaginar una reunión de libreros nos causa una especie de consuelo, calma el espíritu y serena las inquietudes que nos infringe el mundo actual. Sin libros, librerías y bibliotecas no se lograrían ni países ni valiosos individuos. No he olvidado una anécdota que me contó mi padre, a quien un aventurero al fin multimillonario dijo con orgullo: " ¡Y yo no he leído ningún libro!". Pudo, en efecto, fabricar una gran fortuna, pero, el autor de las obras espirituales ha sido antes, necesariamente, lector de libros. La nada no engendra nada a no ser que se interponga una divinidad».Tras indicar que «es imposible pecar de hipérbole ponderando la importancia de ustedes y de sus librerías», Jorge Guillén se lamenta de no poder estar junto a los libreros en su Valladolid natal.

Por la tarde fue inaugurada la segunda edición de: la feria de la Muestra Nacional, Editorial y media hora más tarde se inició la primera ponencia, que versa sobre Ordenación sobre el comercio del libro. Actuó corno ponente el madrileño Rafael Pérez Alonso y como vocales los barceloneses Francesc Prat y Herman Nahm, el vallisoletano Luis Pérez del Río y el madrileño Joaquín Díaz. En la ponencia se recogen desde la ordenación del comercio interior del libro hasta las condiciones de venta, pasando por los sujetos de ordenación, precio fijo de los libros, nuevos libros y situaciones especiales.

En opinión de Angel Altes Bustelo, presidente del séptimo congreso, «la regulación de¡ comercio del libro, el precio justo y el registro de librerías. son temas básicos en estos momentos para el sector y de ahí que vayamos a abordarlos para tratar de regular definitivamente la situación. Está claro», agregó, «que para ser librero no basta con pagar los impuestos estipulados, sino que hace falta preparación, locales adecuados y atención al público».

El señor Altes Bustelo indicó que la situación del sector era «económicamente mala, pero vamos a intentar en este congreso ponerle remedio y, sobre todo, solucionar los problemas que nos afectan negativamente».

Aunque los libreros se quejen de la crisis económica, parece que existen indicios de recuperación en este sector, sobre todo a partir de los resultados de las ventas de la reciente Feria Nacional del Libro, celebrada en Madrid, en la que se superó el ingreso en un 63,39% con respecto al año anterior. Según datos provisionales ofrecidos por el Ministerio de Cultura este año, el total de ventas superó los 148 millones de pesetas frente a 91 millones de pesetas del año anterior.

Un fenómeno, sin embargo, del que los libreros no se han podido olvidar tan fácilmente es el de los últimos incidentes que se sucedieron en esta misma feria nacional que tan sustanciosas ganancias parece que ha aportado a este gremio. El registro policial por la fuerza de varias casetas, en búsqueda de las ediciones de El libro rojo del cole y la posterior detención de cuatro libreros por supuesto delito de distribución y venta del Libro rojo, originó fuertes tensiones entre los mismos libreros y suscitó diversas protestas, por lo que algunos consideraron como un clarísimo ataque contra la libertad de expresión.

Por otra parte, en Salamanca, durante los primeros días de este mes se produjeron algunos conflictos de consideración, cuando los libreros de la ciudad denunciaron a expositores por vender libros que, según una comunicación firmada por el alcalde, «carecían de la antigüedad necesaria». Los expositores acusaban, sin embargo, a los libreros salmantinos de vender a precios abusivos libros retirados para saldarlos por las editoriales y que, en la feria, podían adquirirse a menos de la mitad de precio.

No al tema de la libertad de expresión

El VII Congreso Nacional de Libreros «no será el de la libertad de expresión», según declaraciones del presidente de la Asociación de Libreros Leoneses, José Antonio García Merino, quien ha señalado que la posibilidad de incluir este tema en las ponencias había sido debatida -y rechazada- en las reuniones de programación del congreso, iriforma Antonio Núñez desde León.Según los libreros, los últimos procesamientos de escritores y secuestros de libros no inciden directamente sobre los primeros, que se limitan a ser «vendedores de cultura, pero nada más».