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Restablecido el tráfico rodado en el paso fronterizo de La Junquera

Los camionero s españoles concentrados desde el pasado lunes en La Junquera depusieron ayer su actitud. El tráfico rodado por los pasos fronterizos se normalizó a las tres de la tarde hora y media antes que en la autopista.Tras una reunión con el director general de Política Interior y el gobernador civil de Gerona, aceptaron poner de nuevo en marcha sus camiones con dos garantías que no les convencen: la ofrecida por el Gobierno francés de protección oficial para los convoyes con matrícula española y la ofertada por los sindicatos de transportes galos de bloquear los mercados de Perpiñán en el supuesto de que vuelvan a producirse sucesos como los del comienzo de la presente semana.

La solidaridad de los chóferes franceses se mantuvo hasta que sus colegas españoles asintieron a las citadas propuestas. Por otra parte, el Consejo de Ministros acordó ayer la concesión de indemnizaciones a los camiorieros españoles víctimas de los recientes incidentes protagonizados por agricultores franceses. Se trata de cantidades que se adelantan, con el fin de atenuar los daños causados. La ayuda que con esta medida presta el Gobierno se extiende a cualquier tipo de mercancía transportada por los camiones afectados por los incidentes.

A las dos de la tarde de ayer, los camioneros españoles pusieron en marcha los motores de los centenares de camiones que desde el pasado lunes tenían bloqueado el acceso al paso fronterizo de La Junquera por la carretera nacional número 2. A esta misma hora, sus colegas europeos -franceses en su mayor parte- hacían lo propio con los estacionados en territorio galo, en los pasos de la N-2 y la autopista A- 17. Desde hacía un día y medio ningún vehículo cruzaba la frontera en dirección a España por esos puntos, todos eran desviados al paso fronterizo de Cervere, relativamente próximo y situado también en tierras catalanas.

Los camioneros españoles se retiran de La Junquera ante las promesas francesas de protección oficial

A la una de la tarde se reunieron representantes de los chóferes de los transportistas con el director general de Política Interior, Isidro Pérez Beneito, y el gobernador civil de Gerona, José Donadéu Cadafalch, para tratar de poner fin al conflicto. A, esa hora ya se conocía el acuerdo del Consejo de Ministro,, español de adelantar las indemnizaciones correspondientes a los camiones incendiados en territorio francés a comienzos de la semana y las indemnizaciones pertinentes por inmovilización y deterioro de mercancías de los camiones estacionados desde el lunes en La Junquera.En la reunión se plantearon de nuevo las dos garantías oficiales realizadas: la del Gobierno francés, de dispensar vigilancia policial en su territorio a los camioneros españoles, y la de la Asociación General de Transportes francesa, de bloquear en el mercado de Perpiñán los productos agrícola! galos en el supuesto de que se repitan sucesos como los del pasado lunes.

Los representantes de los camioneros, aunque no se muestran convencidos por. las garantías -«¿quién es el primero que cruza la frontera?»-, aceptaron volver a la ruta y sin protección oficial. Declinaron el ofrecimiento realizado por el director general de Política Interior y el gobernador civil de Gerona, de acompañar la primera caravana de camiones hasta bien entrada en territorio francés, así como el ofrecimiento de escolta policial francesa a la misma.

A. las tres de la tarde, el paso fronterizo de la N-II estaba expedito al tráfico. Unos minutos más tarde, los camioneros franceses, que mantenían su postura de solidaridad hasta que sus colegas españoles hubieran solucionado sus problemas, permitieron el tráfico por la autopista A- 17.

Finalizada la reunión, el director general de Política Interior replicó a la crítica de falta de agilidad por parte del Gobierno a tiempo. de solucionar el conflicto: «El Gobierno no ha tardado en llegar aquí; estaba donde tenía que estar». Asimismo manifestó que no hay soluciones definitivas a los problemas; planteados, pero «es necesario comenzar a trabajar en ellas».Mariano Lorca, diputado de Centristas de Cataluña por Gerona, presente desde el principio del conflicto en las inmediaciones entre las diversas fuerzas, tenía la misma impresión: «La seguridad que queremos no la tendremos nunca, el alcance que tienen las garantías que nos ofrece el Gobierno francés no lo conoceremos mientras no las probemos».

El ambiente entre los chóferes después del acuerdo era de escepticismo. A casi ninguno convencían las garantías ofrecidas. Pero el cansancio de cuatro días completos de paro y la ausencia de otro tipo de soluciones alternativas ayudaron a la aceptación del ofrecimiento.

Para la parte empresarial, esta solución -en líneas generales- no es la mejor, pero, entiende que hay que intentarla. El 80% de la mercancía perecedera contenida en los camiones ya es desechable. Chóferes y transportistas se preguntan, no obstante, cuándo va a ocurrir un incidente como los de principio de semana y cuál va a ser la solución entonces.

Los transportistas franceses, y europeos en general, tuvieron un lugar destacado en el proceso del conflicto. Su solidaridad con sus colegas españoles sirvió, con el bloqueo de la A- 17 y la carretera N-II, para amplificar desde el primer momento el eco del problema planteado. No olvidaron que ellos además también hacen rutas españolas. La segunda consecuencia positiva de su actitud solidaria -bloqueo del mercado de Saint Charles, en Perpiñán- mostró a los sindicatos agrarios franceses la fuerza potencial que tienen los camioneros, cuyo trabajo es imprescindible para comercializar los productos.

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