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Los mestizos, una comunidad frustrada

Los incidentes raciales más graves registrados en Africa del Sur desde los disturbios de 1976 se produjeron el pasado martes, entre los mestizos de El Cabo, sin duda la comunidad más frustrada del país.Tres millones de mestizos, de los cuales una tercera parte vive en los alrededores de El Cabo, constituyen un grupo privilegiado en la jerarquía racial, establecida en virtud del sistema de apartheid de separación de razas. Gozan de mejores salarios que los africanos en los mismos trabajos, sus barrios residenciales están mejor equipados y el Estado destina mayores dotaciones económicas para la educación de sus hijos que para la de los africanos.

Los mestizos, procedentes de la mezcla racial entre los primeros colonos blancos y las mujres hotentotres -tribu africana que vivía en El Cabo antes de la llegada de los blancos, a finales del siglo XVII, o de los enlaces entre blancos y esclavas africanas o malasios, aunque se hallan más próximos a los 4.400.000 blancos que cualquier otra comunidad, se ven también rechazados por éstos.

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Diferentes leyes de apartheid han ido arrinconando progresivamente sus sueños de asimilación; es el caso de la Group Areas Act, que separa a cada grupo racial en barrios distintos de cada ciudad.

En el plano político, el bloqueo es total. Antes de la abolición del derecho al voto de una minoría de mestizos para el Parlamento central, el Gobierno creó un consejo representativo de los mestizos (CRC), que debía ser, en cualquier caso, su Parlamento.

El CRC fue definitivamente suprimido el pasado mes de abril.

En su lugar, el Gobierno propone nombrar algunos mestizos para incorporarlos a un consejo presidencial consultivo, que incluye también a los blancos, los indios y los chinos, si bien excluye a la mayoría de color del país. Rechazados por los blancos, los mestizos se han ido aproximando paulatinamente a los negros, y la juventud de ambas comunidades ha sido modelada conjuntamente por la filosofía de la «conciencia negra» de Steve Biko, muerto en la cárcel.

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