Son ya 42 los muertos y más de 200 los heridos en los disturbios raciales de Suráfrica

Por lo menos 42 personas resultaron muertas -entre ellas una niña de seis años- y doscientas más heridas por disparos de la policía surafricana durante los disturbios raciales registrados en los principales enclaves mestizos de los alrededores de Ciudad de El Cabo, en la noche del martes y la madrugada del miércoles. Los disturbios, generalizados ayer a casi toda la provincia de El Cabo, constituyen el brote de violencia más importante en Africa del Sur desde la matanza de Soweto, en 1976, que causó seiscientos muertos. Según algunas fuentes, ascienden a sesenta el número de víctimas.

Los principales incidentes se desarrollaron en la ciudad de Elsies River, cerca de El Cabo, si bien ayer el conflicto se centró en la localidad de Uitenhage, en las inmediaciones de Port Elisabeth, donde a los conflictos protagonizados por la comunidad mestiza se sumó el cierre de una importante fábrica de automóviles, con mas de 5.000 obreros de color. Los manifestantes se enfrentaron a pedradas contra la policía, incendiaron establecimientos comerciales y saquearon tiendas, al tiempo que levantaban barricadas en las principales arterias de las ciudades.La represión de la policía fue extremadamente dura. El jefe de la policía de la provincia anunció que sus fuerzas dispararían a matar contra toda persona que fuera sorprendida incendiando o saqueando comercios, o realizando actividades que pusieran en peligro vidas de civiles o policías. Dos aviones llegaron anoche a El Cabo para reforzar la guarnición policial de la ciudad.

Las prohibiciones formuladas por las autoridades contra los periodistas se observan férreamente. Ello impide un balance exacto del número de muertos y heridos, cifra que podría ser sensiblemente superior, según algunos testimonios. Los incidentes del martes y los de ayer se produjeron cuando trascendieron noticias de los enfrentamientos registrados en Soweto y Pretoria durante el pasado fin de semana, en los que hubo varias decenas de heridos.

Pese a los mensajes de la policía, en los que se indicaba que los conflictos habían remitido durante la mañana de ayer, todo permite suponer que continuarán en los próximos días, al conocerse el número de víctimas producidos en Elsies River y Uitenhage.

El Gobierno norteamericano hizo ayer una llamada a la calma en Africa del Sur. Un portavoz del Departamento de Estado señaló que Washington «confía en que el Gobierno surafricano comprenderá, tras estos acontecimientos, la necesidad de adoptar medidas concretas con vistas a una reforma fundamental destinada a satisfacer las legítimas quejas del pueblo surafricano».