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Reportaje:

El Ballet del Siglo XX actúa en Madrid

Maurice Bejart presenta "El Mejor Espectáculo del Mundo"

El coreógrafo francés Maurice Béjart ha regresado a los escenarios españoles con su Ballet del Siglo XX, que actuará durante siete días consecutivos en el Palacio de los Deportes de Madrid y que estrenó su espectáculo el pasado jueves. Es un acontecimiento muy importante, porque Béjart, considerado como uno de los mejores coreógrafos del mundo, aporta a la danza contemporánea una genialidad que resulta compensada por la reflexión sobre el trabajo que se impone y ofrece a los espectadores. Las funciones están organizadas y patrocinadas por la Dirección General de Música y Teatro y el organismo de Teatro Nacional y Festivales de España. En esta página ofrecemos, desde distintas perspectivas, juicios sobre la actuación del famoso ballet en la noche del estreno.

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Un viaje a la "belle époque"

Tras la ópera, el ballet. Cuando está a punto de clausura el festival operístico, el Ministerio de Cultura presenta el mayor espectáculo del mundo del ballet. Bailarín y coreógrafo: el francés Maurice Bèjart. Y no deja de ser interesante que mientras en la Zarzuela se rinde culto al pasado, en el Palacio de los Deportes triunfen expresiones del siglo XX. Ya que, sin duda, Béjart ha supuesto una contribución original -genial y profunda- al mundo de la danza de nuestro tiempo realizada con conciencia, pensamiento y estilo inequívocamente actuales. El triunfo del ballet de Bèjart y, de modo individual, el de Shonach Mirk, Jorge Donn y Víctor Ullate fue clamoroso.Donn, una de las grandes estrellas béjartianas, actual director artístico de la formación, nos dio, en unión de la Mirk, un inolvidable dúo de Los vencedores, curiosa introspección en las posibles galerías budistas de Wagner. El compositor alemán proyectaba, tras el descubrimiento personal del budismo, una obra sobre los amores de Ananda y Savitri, cuyo título debía ser el elegido por Béjart para su producción sobre Tristán y música tradicional india. Sucedió que los amores de Tristán e Isolda asumieron hasta la máxima exaltación todas las interpretaciones de la pareja amorosa, con lo que Wagner dejó de lado su idea. Béjart, tan amigo de profundizar y hasta adivinar los más secretos pasadizos de los hechos y los mitos, y, por otra parte, tan voluntarioso y lúcido escarceador en las relaciones culturales oriente y occidente, creó en 1969 Los vencedores, del que el dúo es apurada síntesis.

El ritmo armonioso de la «melodía infinita» se torna estático andamento del «movimiento infinito», cuya marcha nos sorprende con inusitados acordes de los que dimana y en los que reposa la melódica expresión corporal. Este nuevo modo de mirar Tristán alcanzó matices de total perfección en la versión de Shobach Mirk y Jorge Donn.

Antes, el Ballet del siglo XX nos dio las Variaciones sobre don Juan, basadas en la obra de Chopin a partir de Mozart. Un muy rico juego de significados entran en danza: el hombre contemporáneo a la búsqueda de un mito, la raíz y el estilo mozartianos y el romanticismo de Chopin. Los tres planos, debidamente situados, vestidos, danzados se entrelazan en unas variaciones que han de entenderse en más sentidos que el meramente técnico musical-danzable. Toda la compañía hace prodigios en una de las últimas -creaciones de Bèjart (fue estrenada en 1979, mientras el coreógrafo escribía sus memorias, Un instant dans la vie d`autrui -Un instante en la vida de los otros).

El París imperial

Un año anterior es la Gaîté parisienne, sobre la música de Offenbach, orquestada por Rosenthal, que tiene tanto de investigación en el París del segundo imperio como de sumersión autobiográfica. La extraordinaria brillantez de la pieza inicial de Beaumont y Massine queda superada en la versión de Bèjart por cuanto lo aparentemente frívolo trasciende en una visión que sería esperpéntica sin la enorme carga de ironía poética. París, sus calles, sus gentes, sus estatuas doradas, sus personajes históricos y novelescos, envuelven la existencia del protagonista, un Bim que tiene mucho de Béjart en los recuerdos e imaginaciones de su vida parisiense. Víctor Ullate, el director de nuestro Ballet Clásico Nacional, se apuntó un éxito fuera de serie en el que le acompañó, en una sinfonía de valores individuales y colectivos, toda la formación.

A partir del día 19 el Ballet del siglo XX representará un segundo programa, con Actus tragicus, sobre Bach; Serait-ce la mort?, sobre los cuatro últimos lieder de Strauss, y el Bolero, de Ravel.

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