"En lo que va de siglo ya se padecieron demasiadas depuraciones"

El presidente de la Asociación Profesional de la Magistratura, Diego Palacios Duque, magistrado de la Audiencia Provincial de Córdoba, hizo pública una nota ayer a través de la agencia Efe, en la que, en nombre de la asociación, «sale al paso ante aquellas afirmaciones que veladamente proponen una depuración en el poder judicial».

Según la nota, «en las últimas fechas la magistratura española está siendo cuestionada desde diversos medios de comunicación», para añadir a continuación: «Se ha guardado silencio serena y reflexivamente. No se entiende, por tanto, que esta actitud tenga otro alcance. La prudencia exige comprensión y respeto».«Sin embargo», añade, «esta asociación, que estatutariamente proclama la defensa y promoción de los principios, derechos y libertades consagrados en la Constitución, también viene obligada a velar por la independencia, autonomía y prestigio del poder judicial, y precisamente en cumplimiento de este deber sale al paso ante aquellas afirmaciones que veladamente pretenden una depuración en el poder judicial, porque no puede tolerar que se cree, ni mínimamente, un estado de opinión que ataca frontalmente incluso a la dignidad de los jueces y magistrados, no habiendo méritos para ello, y además, porque no es de recibo la escasa originalidad de ese planteamiento, ni menos aún por lo que conllevaría de error histórico, toda vez que en lo que va de siglo ya se padecieron demasiadas depuraciones».

Refiriéndose posteriormente al proceso reformista y el no haber llegado a la democracia por la vía de la revolución, en la nota difundida por la agencia Efe se dice textualmente:

«La memoria debe servir en este caso parlamentario profundamente. Si estamos ante un proceso político reformista y no se ha llegado a la democracia por vía de la revolución, es delirante que se entorpezca la convivencia y se obstaculice el pacífico desarrollo de todas las instituciones del Estado».

La descalificación -termina diciendo la nota de la Asociación Profesional de la Magistratura-, por imaginarios y falaces tildes, cualquiera que sea el colorido ideológico imputado, se rechazará siempre, pues no en vano la magistratura es una institución profesional amparada en su legitimidad de origen y de ejercicio.