Los "nueve" discuten hoy su programa sobre Oriente Próximo, por si fracasa Camp David

Hoy comienza en Venecia (en medio de fuertes medidas de seguridad) la reunión de los jefes de Gobierno de los nueve países de la Comunidad Económica Europea, que habrá de emitir una declaración sobre el conflicto del Próximo Oriente. En medios comunitarios se espera que esta declaración sea vaga, y que, en cualquier caso, no entre en competencia con las iniciativas norteamericanas. Así piensa también el oficioso diario egipcio Al Ahram. El porvenir económico y político de la Comunidad será tema también de los debates de Venecia. El problema de la ampliación de la CEE a España y Portugal se discutirá en la ciudada de los canales, y los observadores esperan que el presidente Giscard precise a sus colegas el alcance de la «pausa» en la ampliación comunitaria que solicitó la semana pasada.

, ENVIADO ESPECIAL, El canciller austriaco, Bruno Kreisky, declaró ayer que creía que los nueve tomarán una postura clara sobre la Organización para la Liberación de Palestina. Por su parte, el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Saadun Hammadi, afirmó que espera se apruebe una declaración de principios» que será seguida de «medidas concretas».Las fuertes presiones norteamericanas obligarán a losjefes de Gobierno de los nueve países miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE), que se reúnen hoy en Venecia, a matizar con extremada prudencia su declaración final sobre el conflicto de Oriente Próximo.

Esta prudencia no supondrá, sin embargo, una renuncia a la voluntad negociadora de Europa. Fuentes próximas al Consejo Europeo estimaban ayer que los nueve intentarán poner a punto un programa que les permita actuar con rapidez, caso de que las conversaciones de Camp David se salden con un fracaso y el pelilgro de un nuevo conflicto armado se haga aún más amenazador.

La reunión se celebrará en la isia de San Giorgio, frente a la famosa plaza de San Marcos, en medio de unas impresionantes medidas de seguridad. Venencia apareció ayer prácticamente tomada por fuerzas policiales y militares, que temen que las Brigadas Rojas cumplan su promesa de perpretar un «golpe sonado» con motivo de la cumbre. La pista del aeropuerto en la que tomarán tierra los aviones presidenciales ya estaba ayer cercada con tanquetas y el camino que deberán cubrir en lancha estrechamente vigilado.

El tema que despierta mayor expectación es la. declaración final del Consejo Europeo sobre el conflicto de Oriente Próximo. El presidente norteamericano, Jimmy Carter, anunció ya que su país opondría su veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas si los nueve pretenden modificar la resolución 242 sobre la que se basan los acuerdos de Camp David.

El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Emilio Colombo, que se desplazó ayer a Washington, intentó disipar los temores estadounidenses. «Europa», dijo, «no pondrá ningún obstáculo en el camino de Camp David ».

Nadie espera que en Venecia el Consejo Europeo apruebe ninguna declaración espectacular, pero tampoco que los nueve se cierren a sí mismos las puertas en una futura negociación. Si no es posible intentar modificar la resolución del Consejo de Seguridad, tal vez lo sea presentar un texto ante la Asamblea General de la ONU que obtenga una mayoría holgada de votos favorables. En todo caso, afirmaban ayer fuentes diplomáticas, hay que tener todo preparado para el probable caso de que las negoclaciones egipcio-norteamericano-israelíes rompan, una vez más, en los próximos meses.