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El Gobierno conocía la intención de Giscard de aplazar la negociación España-CEE

El Gobierno español sabía desde hace varios meses que Francia buscaría un discreto aplazamiento de la negociación hispano-comunitaria durante la campaña de las elecciones presidenciales francesas, según fue reconocido por el propio ministro galo de Asuntos Exteriores, Jean Françis Poncet. Al parecer, España conocía y aceptaba con resignación esta actitud, pero nunca esperó que el presidente Giscard d'Estaing hiciera pública esta política.

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Dudas sobre el supuesto electoralismo de Giscard d'Estaing

La declaración del presidente francés ha sido, por otra parte, objeto de debate de la Comisión Delegada de Asuntos Exteriores,, que se reunió ayer en el palacio de la Moncloa bajo la presidencia de Adolfo Suárez y con la presencia de los ministros de Exteriores, Relaciones con la CEE, Agricultura, Comercio, Transportes, Economía y Presidencia. También asistió el vicepresidente primero del Gobierno, Gutiérrez Mellado. En la primera parte de esta reunión se abordó esta crisis hispano-comunitaria y se decidió iniciar toda una serie de gestiones diplomáticas ante las capitales de los nueve, con vistas a la próxima cumbre europea de Venecia, en la que se espera que se discuta el tema de la segunda ampliación de la CEE.Asimismo, se acordó que el ministro de Exteriores, Marcelino Oreja, convocara al encargado de negocios de Francia en Madrid (el embajador está ausente) para pedir al Gobierno de París precisiones sobre el alcance de las declaraciones de Giscard d'Estaing.

En esta misma reunión se decidió también que una comisión interministerial redacte un estudio económico-político sobre los posibles efectos de la retirada de la flota pesquera del Sahara y del paso de las naranjas marroquíes por territorio español, como contrapartida a las ventajas pesqueras que ofrece Marruecos a la Península. El terna de la seguridad en la zona y el secuestro de quince pescadores españoles también fue objeto de debates en la comisión.

En relación con el tema comunitario hay que subrayar que, según fuentes bien informadas, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean François Poncet, admitió ante un miembro del Gobierno español que las elecciones presidenciales de Francia iban a incidir en el proceso de negociación hispano-comunitario.

Esta era una confirmación explícita de una política que se presentía en Madrid, donde se pensó que, a pesar del problema electoral galo, la negociación podría seguir su curso poco a poco, aunque los temas conflictivos quedaran relegados para mediados de 1981. Algo así ocurrió durante las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, en lasque Francia dio un parón a las consultas exploratorias hispano-comunitarias durante la. campaña electoral de estos comicios.

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España sabía que Francia relacionaba sus elecciones presidenciales con la ampliación de la CEE

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En la actualidad es Francia quien bloquea en el seno de dicho Consejo el mandato agrícola que necesita la comisión para concluir la ronda exploratoria o visión de conjunto previa a la negociación definitiva, que debería abrirse el próximo otoño. Si esto ocurre en la primera ronda, ¿qué se puede esperar durante la negociación propiamente dicha, que ha de discurrir en plena campaña electoral gala?

De momento, el Gobierno español esperará a conocer los resultados de la próxima cumbre europea de Venecia antes de hacer una declaración más precisa sobre el tema. Se espera que en esta convocatoria sea el propio presidente Giscard d'Estaing quien revele el alcance de la «pausa» que desea imponer a la segunda ampliación de la CEE, y si dicho impasse alcanza por igual a España, Grecia y Portugal.

En medios políticos de UCD se cree, por otra parte, que la declaración del presidente Giscard d'Estaing puede tener duros efectos económicos y comerciales para España. Se señala que muchas empresas multinacionales, que habían iniciado inversiones en España con vistas a la integración de la Península en territorio comunitario, podrían replantearse estas iniciativas ante un posible retraso del ingreso de España en la Comunidad. Se citó como ejemplo el caso de la General Motors, que decidió implantarse en territorio español con vistas a los mercados europeos.

También los distintos partidos políticos están revisando sus posiciones en la cuestión europea, y no se descarta una iniciativa de varios grupos en favor de la apertura de un debate en el Parlamento que aborde esta cuestión y otros temas relativos a la política exterior, tales como la situación del norte de Africa.

En relación con este último tema, hay que señalar que la Comisión Delegada de Asuntos Exteriores decidió ayer que se realice un informe sobre las incidencias políticas y económicas que se desprenden de la actual situación hispana ante el conflicto sahariano y ante la inminencia de las negociaciones pesqueras con Marruecos y Mauritania. La posible retirada de la flota pesquera del banco sahariano y la autorización de transporte de naranjas marroquíes por territorio español serán los puntos claves del informe.

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