Hubo negligencia en la operación de rescate en Irán, denuncia el Senado de EE UU
Un informe de la Comisión de Defensa del Senado norteamericano indicó ayer la existencia de «grandes errores, tanto en la planificación como en la ejecución», de la fracasada operación militar de rescate de los rehenes en Irán.El inadecuado entrenamiento de los participantes en la misión, el ineficaz mantenimiento de los aviones y helicópteros, la falta de previsión de contingencias, graves errores de información y la fragmentación de la responsabilidad fueron las razones de que la operación fallara, según el informe.
«El Pentágono tenía un plan meramente teórico, pero no preveyó situaciones tan probables como el mal tiempo, problemas mecánicos o la aparición de fuerzas iraníes», concluye el estudio del Comité de Defensa del Senado.
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Varios senadores piden las cintas de la operación de Tabás
Viene de primera páginaEn cuanto a la avería de tres helicópteros (razón oficial para la cancelación de la misión), el informe señala que «lo que se conoce por "labor de mantenimiento" no existió en absoluto en la operación».
«Resulta evidente que la tormenta de polvo que perturbó la misión, y que se extendió por un área de trescientos kilómetros de longitud por 2.000 metros de altura, tenía que haber sido detectada y prevista por los servicios meteorológicos del Ejército. Pero no fue así, «censura la comisión del Senado».
«Ninguna de las personas que planearon y ejecutaron la misión pensó en la posibilidad de que los aparatos fueran observados, interceptados o detectados por radar. Para ellas no existía lo que se conoce como "guerra electrónica"», acusa el informe.
«Los pilotos de los aviones de transporte informaron de su llegada al punto de reunión en el desierto iraní sin ningún tipo de precauciones y por una línea de radio abierta, que podía ser fácilmente detectada», de acuerdo con las conclusiones de la Comisión de Defensa del Senado.
El Pentágono confirmó ayer por la mañana ese dato, pero replicó que «la notificación fue hecha con tan sólo cinco palabras, emitidas, además, en lenguaje cifrado».
El Ejército norteamericano reaccionó ayer con indignación por la publicación del informe por el Congreso, y su portavoz, Thomas Ross, declaró que su contenido «está lleno de inexactitudes, errores de juicio y distorsiones del testimonio de quienes tomaron parte en la misión ».
«La responsabilidad estuvo en todo momento fragmentada. Faltó coordinación: todos y cada uno de los componentes de la operación se preocuparon tan sólo del éxito de sus obligaciones concretas. Todo el mundo estuvo aislado. Nadie fue capaz de tomar decisiones», critica el estudio del Senado.
Los miembros del Comité de Defensa han elaborado el informe en base a entrevistas con las personas que participaron en el fallido ntento de rescatar a los rehenes, y en el que perdieron la vida tres soldados.
El conocimiento del informe provocó ayer un enorme revuelo en Washinton, y prominentes figuras del Capitolio han exigido al Pentágono que les entregue las cintas magnetofónicas en las que están grabadas las comunicaciones entre Washington y la unidad que efectuó la misión.
En la noche del 24 de abril, helicópteros y aviones de transporte del Ejército norteamericano se reunieron en un remoto lugar del Desierto de la Sal, de Irán, cerca de la ciudad de Tabás, para intentar rescatar a los rehenes. La operación se canceló al sufrir fallos mecán Icos tres de los helicópteros.
Para lograr sus propósitos, el Ejército estadounidense contaba con varios agentes que apoyarían su acción en las cercanías de la Embajada norteamericana en Teherán. Además, estaba previsto establecer una base logística en las cercanías de la capital, previsiblemente al Norte.
Después del fracaso de la operación de rescate, los rehenes norteamericanos fueron repartidos por catorce ciudades de Irán, según las informaciones proporcionadas por los estudiantes islámicos.
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