El apocalipsis, según el filósofo Jacobo Núñez
Con una conferencia del profesor Jacobo Muñoz finalizó el cielo Purgatorio, cielo e infierno de la ética, que se desarrolló en el Colegio Mayor San Juan Evangelista, de Madrid. El profesor Muñoz disertó sobre Figuras del Apocalipsis: «Dios (teodicea y ecologia)», comenzando por describir la situación actual de crisis económica, de penurias, de perspectivas de holocausto atómico que estremecen el Occidente capitalista.Esta situación de fin del mundo evoca, para el conferenciante, el Apocalipsis de san Juan, que anunciaba también un viraje decisivo de la historia. «Sólo un Dios puede salvarnos», dijo Heidegger, como propuesta de solución a esta crisis de civilización. Luego, el profesor Muñoz estudió la evolución del pensamiento de Heidegger sobre Dios ha muerto, que significa la pérdida de la fe en el mundo suprasensible.
Este nihilismo es el resultado de la historia metafísica de Occidente, que expresa una voluntad de dominio de la técnica destructora de las realidades naturales. A esa ciencia que se tecnifica, propone Heidegger como antídoto, un pensar y un poetizar. El resultado de esta voluntad de poder es que la tierra y el hombre se convierten en materia prima de esta construcción lógica de la razón. El Estado mismo es consecuencia de cálculos planificados, creador de uniformidad e instrumento de dominio.
El resultado es el desenraizamiento del hombre, que ha perdido su refugio, su hogar originario. Tenemos, pues, que irnos preparando, mediante un pensar poético, para el advenimiento de ese Dios esperado. Esta tesis de Heidegger es, para el profesor Muñoz, una crítica romántica del capitalismo y de la ciencia, pues propone un kehre (viraje) que es, en realidad, un retorno imposible al pasado, sin perspectivas de futuro. La unión de la ética y el apocalipsis se revela, pues, imposible.
