Felipe González, Bruno Kreisky y Olof Palme intentarán mediar en la crisis iraní este fin de semana

Felipe González, Olof Palme y Bruno Kreisky intentarán, este fin de semana en Teherán, buscar el desbloqueo diplomático de la crisis de los rehenes norteamericanos detenidos en Irán. La solvencia moral de estos tres líderes de la Internacional Socialista y las buenas relaciones que el presidente Banisadr ha mantenido siempre con esta organización permiten vislumbrar tenues esperanzas sobre esta nueva iniciativa, cuyos orígenes aparecen confusos, y que podría tener como uno de sus objetivos esenciales la búsqueda de un diálogo directo entre iraníes y norteamericanos.

Durante su estancia en Belgrado, para asistir a los funerales del presidente Tito, Felipe González mantuvo varias conversaciones con líderes socialistas y socialdemócratas, en las que se abordó y preparó el viaje que inicia hoy el político español. Felipe González comentó en la capital yugoslava qué la Internacional Socialista debía asumir un papel más importante en el marco de las relaciones internacionales. Se refirió entonces no sólo a la crisis de Irán, sobre la que dijo tener «ideas originales», sino también a otros problemas de alcance internacional, como Oriente Próximo.I-a iniciativa de los líderes socialistas ha nacido, de todas maneras, en condiciones bastante confusas, en gran parte, debido al secreto y discreción con el que querían llevar a cabo esta misión. Se desconoce, de entrada, si Felipe González, Palme y Kreisky llevan consigo algún mensaje de la Administración norteamericana o algún tipo de mandato de sus respectivos Gobiernos. En el Ministerio español de Asuntos Exteriores se afirmaba ayer que el líder socialista no había cursado ningún tipo de información sobre su viaje al titular del departamento, Marcelino Oreja. Se desconocía, por otra parte, si el presidente Suárez había sido contactado por el líder del PSOE, cosa que alguna fuente oficiosa no descarta, a raíz de los encuentros que, tanto Felipe González como Adolfo Suárez han mantenido hace diez días con los abogados Bouget y Villalón, miembros de la llamada «comisión de buenos oficios » en la crisis iraní, en la, que también está incluido el obispo Hilarión Capuchi, quien llegó ayer a Teherán.

Bourget y Villalón, abogados francés y argentino de confusas conexiones políticas y financieras internacionales -el primero defendió en Francia los intereses de Jomeini, y el segundo estuvo ligado a misteriosas operaciones peronistas y castristas y presume ser amigo del jefe de Gabinete del presidente Carter, Hamilton Jordan-, establecieron contacto en Madrid, a través del socialdemócrata Ventura Olaguibel, primero, con Enrique Múgica, dirigente del PSOE, el pasado día 23 de abril, y, posteriormente, con Suárez en la Moncloa -durante más de una hora- el día 12 de mayo, y con Felipe González y Múgica al día siguiente. Al parecer, ambos abogados propiciaban una conf'erencia Estados Unidos-Irán, negociada por la Internacional socialista o por sus líderes más neutrales, y que tuviera a España como país anfitrión.

Esta iniciativa, que fue ya descartada por el Departamento de Estado norteamericano, podría tener otras alternativas diplomáticas. En todo caso, en fuentes oficiales diplomáticas españolas se ha querido insistir en que el encuentro de ambos letrados con Suárez no tendrá trascendencia diplomática, y se calificó como «aventureros» autónomos e interesados a los dos abogados. Por otra parte, se desconoce el crédito que Felipe González habrá dado a las sugerencias de Bourget y Villalón. De todas maneras, una cosa parece clara: Felipe González está disputando a Suárez, ahora en Irán Y puede que más adelante en Oriente Próximo, el protagonismo que el presidente intenta asumir en la esf`era internacional haciendo valer, en estos dos conflictos, la amistad excepcional que España mantiene con las naciones islámicas por no tener relaciones con Israel. Felipe González utiliza, por su parte, la plataforma de la Internacional socialista, bien como marco o de manera oficial. Ayer, el departamento internacional del SPD en Bonn desconocía el citado viaje a Irán, al menos como iniciativa oficl al de la Internacional Socialista, de la que es presidente el alemán Willy Brandt.

Eurodif de por medio

En medio de la confusión diplomática creada por este viaje aparece también el tema de Eurodif, un proyecto europeo en el que participa España, junto con Bélgica, Francia e Italia, y en el que Irán tiene un 10% de la inversión. Este tema, que va a ser revisado por el Consejo de la Revolución iraní es otra de las cuestiones que lleva en su haber el abogado Bourget.

En todo caso, este es el argumento que ha utilizado el citado letrado para justificar su presencia en Teherán, adonde llegó ayer, coincidiendo con monseñor Capucci, otro miembro de grupo de «buenos oficios», anteriormente citado.

En todo caso, la presencia de ambos personajes y la coincidencia de la visita de los líderes de la Internacional Socialista, que se iniciará hoy formalmente en Teherán, ha despertado toda una serie de especulaciones en los medios políticos occidentales.