Los Reyes realizaron un crucero por las islas de los Galápagos

Los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, llegaron el jueves a las islas de los Galápagos, en la cuarta jornada de su visita de Estado a Ecuador. Durante dos días realizaron un crucero, a bordo de la motonave de turismo Santa Cruz, y hoy retornarán a Guayaquil, desde donde este mismo día, por la tarde, emprenderán viaje de regreso a España. Los monarcas españoles, que después de visitar Quito partieron por avión hacia el archipiélago, llegaron a la isla Baltra a las 11.40 horas locales (19.40, hora de Madrid), acompañados por el vicepresidente ecuatoriano, Osvaldo Hurtado, su esposa, la esposa del presidente Jaime Roldós y otras altas personalidades. En el grupo figura también el ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, su colega ecuatoriano, Alfredo Pareja, y el nuncio apostólico en Ecuador, así como dos hijos del jefe del Estado ecuatoriano.

Poco después de su llegada a Baltra, los Reyes y sus acompañantes se trasladaron en un vehículo hasta el puerto de esta isla, situada a mil kilómetros del continente, y por medio de una pequeña embarcación abordaron la motonave Santa Cruz, construida en los astilleros de Zelaya, en Bilbao.La motonave, en servicio desde diciembre pasado, y con capacidad para noventa pasajeros y 42 tripulantes, inició inmediatamente su crucero por las islas proclamadas «patrimonio de la humanidad » por la Unesco, escoltada por dos lanzamisiles y un destructor de la armada acuatoriana.

Una vez a bordo, y mientras la nave ponía rumbo a la isla Santa Cruz (una de las mayores del archipiélago), los Reyes y sus acompañantes almorzaron en el salón de la motonave.

Tras hora y media de navegación, los Reyes y su comitiva llegaron a la isla de Santa Cruz, donde desembarcaron para realizar un breve recorrido.

En la isla viven alrededor de 120 iguanas de tierra, hay numerosos lobos marinos, que reposan alegremente en las rocas salpicadas de cangrejos rojos, y entre ellos pasearon los Reyes.

Posteriormente, don Juan Carlos y su esposa, doña Sofia, se trasladaron con sus acompañantes a la estación de Charles Darwin, interesándose por los programas de conservación de la vida terrestre y marítima que allí se realizan.

Al trasmitir esta información, a primera hora de la noche del jueves, la motonave surcaba las aguas del Pacífico rumbo a la isla Genovesa.

El ambiente a bordo era de una simpática camaradería. Los Reyes se mostraban muy comunicativos, al igual que las personalidades ecuatorianas.