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Radiotelevision Española perdió más de 2.000 millones de pesetas durante 1979

Pese a los 4.000 millones de beneficios contables que Radiotelevisión Española se encargó de propagar a bombo y platillo en telediarios y diarios hablados del pasado 8 de mayo, y a la vista de la cuenta de explotación cerrada al 31 de diciembre de 1979, en la que aparecen unos 6.000 millones de subvenciones del Estado para gastos corrientes y cero pesetas en la cuenta «Dotaciones en el ejercicio para amortización», se puede afirmar que las pérdidas de RTVE superan en mucho los 2.000 millones de pesetas.

«Los principios de contabilidad generalmente aceptados -ha señalado un analista financiero a EL PAÍS- no permiten presentar una cuenta de explotación sin deducir entre los gastos las amortizaciones». La misma fuente ha calificado las cifras de RTVE como «poco ortodoxas».Especialmente en el caso de un organismo autónomo de las características de RTVE, que tiene una gran parte de su activo amortizable sometido a los avatares del progreso técnico, las amortizaciones deben ser una partida importante en la cuenta de explotación. Cuando se trata de edificios se acostumbra a amortizar, por ejemplo, el 2%, aproximadamente, al año, ya que se hace a largo plazo, pero tratándose de maquinaria, cámaras, repetidores, equipos electrónicos, etcétera, que quedan en poco tiempo obsoletos y deben ser sustituidos por otros, las amortizaciones pueden ser del 15% al 20% anual. Pero de nada sirve aventurar una cifra de amortizaciones (que naturalmente debe ser muy superior a cero) sin conocer el balance completo de RTVE y el valor de su activo amortizable. En el capítulo presupuestario número 7 «Transferencias de capital» del año 1979 aparecen además unas subvenciones a RTVE por valor de 2.015 millones de pesetas. Esta subvención no puede deducirse de los beneficios contables, pues va destinada a inversiones en equipos, edificios, instalaciones, etcétera, cuya amortización se realiza en años posteriores.

Sin embargo, hay que resaltar que las subvenciones del capítulo 4 del Presupuesto del Estado («Transferencias corrientes») por valor de 5.844 millones de pesetas, hay que deducirlas del resultado de explotación si los contribuyentes españoles queremos saber cuánto nos cuesta RTVE. Sorprende también la partida «Gastos financieros», que suma 127.669 pesetas, una cantidad irrisoria y semejante a la que corresponde a la mayoría de las familias trabajadoras españolas que tengan que pagar un piso. El pasado día 8 de mayo, RTVE propagó -no sabemos si con cargo al capítulo «Publicidad y propaganda», que recuerda tiempos imperiales- que había remitido una cuenta de liquidación al Tribunal de Cuentas, que arrojaba unos beneficios (sin deducir subvenciones ni amortizaciones, aunque esto no lo dijeron) de unos 4.000 millones de pesetas. Señalaron asimismo que los 6.000 millones de subvenciones corrientes iban destinados a cubrir el déficit de explotación de Radio Nacional de España, que no tiene ingresos por publicidad.

El pasado día 14 de mayo -según pudo comprobar EL PAÍS-, el Tribunal de Cuentas no había recibido ni un solo dato sobre la liquidación de RTVE, que en estos momentos se encuentra sometido a examen en la Intervención General del Estado. Si no encuentran anomalías, fuentes de la Intervención General han manifestado a EL PAÍS que las cuentas de RTVE podrían ser enviadas al Tribunal de Cuentas dentro de la próxima semana. La correspondiente a 1978 tuvo problemas y fue devuelta a RTVE, por lo que aún no ha llegado al citado tribunal, que condenó al director general de RTVE a una multa de 20.000 pesetas. El Tribunal de Cuentas, órgano de control externo de los gastos del Estado, no ha hecho uso por el momento de las vías de apremio previstas en la ley Presupuestaria, que incluyen la suspensión de empleo y, sueldo del director general de RTVE, Fernando Arias-Salgado.

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