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Los ingenieros agrónomos reclaman una clara definición de sus funciones

La identidad de la profesión de ingeniero agrónomo, la clara definición de sus funciones, la petición de una postura más justa hacia el mundo rural y la conciencia de la relación entre agricultura y alimentación son algunas de las conclusiones de la Asamblea Nacional de Ingenieros Agrónomos, celebrada durante los días 8, 9 y 10 de mayo, en la que se ha debatido y aprobado las ponencias correspondientes a la situación profesional de los ingenieros agrónomos, especialmente en lo que hace referencia al lema de la asamblea: «El ingeniero agrónomo en la sociedad actual».El ejercicio de la profesión de ingeniero agrónomo, en sus diversas formas, «debe asentarse en una clara definición de su campo de actividad», según se afirma en las conclusiones. Según los reunidos, la citada definición del campo de actividad de los ingenieros agrónomos debe servir «de base a la propia identificación del profesional que defiende los intereses de los receptores de los servicios, que garantice a la sociedad la existencia del soporte técnico imprescindible en los casos en los que pueden derivarse perjuicios a terceros o que impliquen utilización de recursos públicos, y que permita una fructífera colaboración con otros profesionales que, directa o indirectamente, incidan en el campo específico de la actividad agraria y del medio rural».

Se demanda también en estas conclusiones «una consideración más justa del mundo rural, con respeto a la propia idiosincrasia y escala de valores de su población; con apreciación de la función que desempeña en la producción de alimentos y materias primas y en la ocupación y conservación del territorio, y con reconocimiento del derecho al acceso a los servicios básicos, equipamientos y oportunidades de promoción, en igualdad de condiciones de los de la población urbana».

También se requiere a los poderes públicos «para que afronten con responsabilidad y decisión los problemas estructurales y la discriminación económica y social que padece la población agraria y el medio rural, y les previene sobre la necesidad de que las medidas que se adopten -con respeto a las opciones políticas en que se inspiren- se ajusten a las directrices de la ciencia y de la técnica y tengan la coherencia y continuidad necesarias para producir efectos estables en el complejo medio rural».

Agricultura y alimentación

Se recuerda que el objetivo primario de la agricultura es alimentar a la población y se llama la atención de la sociedad sobre la revalorización estratégica de la agricultura ante la crisis de la energía y de las materias primas, así como la del medio rural como base del equilibrio entre producción y aprovechamiento de recursos, conservación de la naturaleza y esparcimiento y recreo de la población urbana. Para afrontar estos problemas, que serán el gran reto del final del siglo XX, los ingenieros agrónomos ofrecen y exigen -en la medida que es la justificación de su propia identidad- la colaboración y participación de su profesión.

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