Aviones cubanos hunden una patrullera de Bahamas en aguas internacionales
El Gobierno cubano reconoció ayer que hundió, el pasado sábado, «en aguas internacionales», una embarcación de Bahamas, a la que, en todo momento, califica de pirata, y envió una nota al Gobierno de Nassau, lamentando el incidente. Por su parte, el Gobierno de Bahamas informó que ocho aviones cubanos Mig-21 bombardearon una patrullera de su país, cuando ésta remolcaba a dos pesqueros cubanos, y exige una reparación de La Habana para los familiares de los cuatro marinos muertos.
El primer ministro de Bahamas, Lyndon Pindling, regresó apresuradamente de Londres al conocer el incidente, al que calificó «como vil y cruel».El premier afirmó que el ataque cubano fue realizado contra una embarcación claramente señalizada, la Flamingo, y «se produjo dentro de las aguas territoriales de Bahamas». «Lo que hace más vil y cruel al acto», añadió, «es que, tras lanzar un cohete contra la patrullera, se ametrallara a los hombres, que se habían arrojado al agua».
Ayer llegó a Nassau una delegación cubana presidida por el vicepresidente, Raúl Castro, hermano de Fidel, en un viaje que se relaciona con el ataque del pasado sábado. Asimismo, Washington condenó el bombardeo cubano, calificándolo como «una grave violación del derecho internacional».
Por su parte, el Gobierno cubano aseguró que una embarcación pirata «secuestró» a dos pesqueros cubanos, tras ametrallarlos, a sólo veinte millas de la costa de Cuba. Aviones de combate despegaron de la isla al recibir el SOS del pesquero Ferrocemento 165. La aviación sobrevoló las embarcaciones y avisó a la nave «pirata» que remolcaba a los dos pesqueros con disparos de advertencia, «de los que hizo caso omiso».
Según la versión cubana, tras volver a la base para repostar, los aviones volvieron al lugar donde el Ferrocemento 165 y el Ferrocemento 54 eran remolcados, comenzando el ataque «para impedir el secuestro».
Ya el domingo, unidades navales cubanas, prosigue el comunicado de La Habana, encontraron a la deriva y sin tripulación al Ferrocemento 54, con impactos de balas, «lo que prueba el ataque anterior al secuestro».
El Gobierno de Nassau reafirmó que el ataque de caza-bombarderos Mig cubanos se produjo a cuarenta millas de las costa de la isla Ragged y a 75 de las playas cubanas, mientras el Flamingo remolcaba a los dos pesqueros.
