La OLP prepara una ofensiva en gran escala contra los acuerdos de Camp David

Cuando las conversaciones sobre autonomía palestina entre Egipto e Israel bajo el patrocinio de Estados Unidos, entran en un nuevo y quizá definitivo punto muerto, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), de Yasir Arafat, se dispone a lanzar una ofensiva generalizada contra los acuerdos de Camp David, mediante iniciativas diplomáticas, actos de desobediencia civil y, probablemente también, operaciones militares.

Para empezar, los tres líderes pa lestinos que fueron expulsados de Cisjordania por las autoridades israelíes el pasado fin de semana, como represalia tras el atentado de Hebrón, piensan encabezar una marcha hoy para entrar en Jerusalén, aun a riesgo de ser detenidos por los israelíes.Poco después de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hubiera pedido a Israel la readmisión de los tres destacados palestinos y declarado ilegal su deportación de Cisjordania, éstos llegaban a Aminan y anunciaban su intención de cruzar el puente Allenby, para entrar en la zona este de Jerusalén, ocupada por Israel desde la guerra de 1967.

Este gesto, que sigue a una serie de disturbios registrados a lo largo de la semana en Cisjordania, como protesta por la deportación de los tres dirigentes, podría desembocar en serios incidentes si, como se supone, las autoridades de ocupación israelíes intentan impedir la entrada de los palestinos.

El alcalde de Hebrón, Falid al Rawasmeh; el juez islámico de la misma ciudad, Rajab al Tamini, y el alcalde de Halhoul, Mohamed Milhem, fueron deportados a Líbano el pasado sábado, sin ningún procedimiento legal y a causa de su claro apoyo a las organizaciones palestinas. Durante esta semana, los tres dirigentes se han entrevistado con Yasir Arafat y otros líderes guerrilleros y han llamado abiertamente a una revolución popular.

Simultáneamente, y tras al veto norteamericano en el Consejo de Seguridad de la ONU del pasado30 de abril a un proyecto de resolución presentado por Túnez, en el que se contemplaba la creación de un Estado palestino, la OLP y sus aliados árabes preparan la fórmula de llevar ese mismo proyecto ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde las grandes potencias no tienen poder de veto.

El secretario general de la conferencia islámica, Habib Shatti, declaró ayer en Abu Dabi que la próxima reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los 42 países miembros de la conferencia, que se celebrará la semana próxima en Islamabad (Pakistán), podía solicitar la convocatoria de esa asamblea extraordinaria de la ONU, para refrendar el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y la independencia. Esta sesión extraordinaria podría tener lugar en junio.

Es presumible también que, tras el atentado de la semana pasada en Hebrón, los palestinos intentarán simultanear sus ofensivas diplomáticas con sabotajes, atentados, manifestaciones y actos de protesta en los territorios ocupados, para añadir presión adicional sobre Israel y para crear una imagen de «revuelta popular» en Cisjordania, que facilitaría su petición de autodeterminación para los habitantes de ese territorio.