Asesinado en Pasajes de San Juan un ex comandante de Artillería
José María Espinosa Viscarret , antiguo comandante de artillería y secretario de la Delegación Provincial de Deportes de Guipúzcoa, resultó muerto en el acto, sobre las 14.20 horas de ayer, cuando salía de su trabajo en Astilleros Luzuriaga, de Pasajes de San Juan. Los autores del atentado, tres desconocidos a los que esperaba otra persona en un taxi robado, interceptaron el automóvil en el que viajaba Espinosa y le ametrallaron, después de obligar al conductor a apearse.
José María Espinosa había salido de Astilleros Luzuriaga, donde trabajaba como jefe del servicio de compras, a las dos y cuarto de la tarde, al igual que hacia todos los días. Espinosa tomó la carretera hacia San Sebastián en compañía de un amigo y en el coche de este último, para dirigirse a su domicilio en la capital guipuzcoana. Cuando el vehículo, un Ford Fiesta de color rojo, se aproximaba a una bifurcación, un taxi amarillo, Seat 131, SS-9159-H, se cruzó en la carretera obligándole a detenerse.Inmediatamente descendieron del taxi tres desconocidos que amenazaron a los ocupantes del Ford con sus armas y obligaron a apearse al acompañante de José María Espinosa, ametrallando luego al secretario de la Delegación Provincial de Deportes, que ocupaba el asiento del pasajero, desde la parte delantera del automóvil. Espinosa recibió numerosos impactos de bala que afectaron órganos vitales y causaron su muerte instantánea. El parabrisas del automóvil quedó destrozado.
En el lugar de los hechos la policía recogió numerosos casquillos de bala, del calibre 9 milímetros Parabellum, marcas FN y Geco, munición habitualmente empleada por los comandos de ETA Militar. El cadáver del antiguo comandante permaneció en el automóvil de su amigo, desangrado, hasta que el juez ordenó su levantamiento sobre las cuatro de la tarde.
Los tres miembros del comando se dieron a la fuga apresuradamente en el taxi, donde les esperaba otra persona al volante y con el motor encendido, en dirección a Renteria. El vehículo fue localizado en la calle Izkieta, de esta localidad, por la policía, dos horas después del atentado. El taxi había sido robado a su propietario a punta de pistola a la una y cuarto de la tarde. Los autores del hecho abandonaron al taxista en el monte Jaizquibel, atado y amordazado, avisando a la parada de Pasajes, donde permanecía habitualmente, para que sus compañeros fueran a liberarlo.
José María Espinosa contaba 59 años y había abandonado la carrera militar en los años cuarenta. Nacido en Pamplona, estaba casado y tenía cinco hijos. Jugador de hockey, deporte que aún practicaba en ocasiones, había sido, durante casi quince años, presidente de la Federación Guipuzcoana de este deporte.
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