Las fuerzas de asalto contaban con una red de colaboradores en la capital iraní

Estados Unidos contaba con ayuda dentro de Teherán y con muchos detalles sobre la situación en la embajada para llevar a cqbo la operación de rescate de los rehenes, que el presidente Jimmy Carter canceló en su primera fase por fallos técnicos.El Washington Post reveló ayer en primera página que el momento clave del plan era cuando soldados de élite norteamericanos fuertemente armados subiesen en vehículos fuera de Teherán, en lo más profundo de la noche, y se lanzasen a toda velocidad por las calles de la capital iraní para tomar la embajada por sorpresa.

Los helicópteros no habrían acudido a la Embajada hasta que los rehenes estuvieran sanos y salvos en poder del equipo de rescate.

Para determinar el momento exacto de la toma de la Embajada, así como para trasladarse desde las afueras de Teherán a la misma. EEUU contaba con ayuda, probablemente de elementos iraníes.

Para la operación se, habían estudiado tres bases. La primera, cerca de, Tabas, era la base de reabastecimiento de combustible de los helicópteros, adonde llegaron seis de los ocho, que salieron del portaviones Nimitz a la caída de la tarde del pasado jueves, hora local del golfo Pérsico.

La segunda base estaba prevista en las afueras de Teherán, lo suficientemente lejos de la capital para que los helicópteros no fueran detectados.

La tercera base estaba ubicada en un lugar donde pudiesen aterrizar los -seis aviones de transporte Hércules C-130 que evacuasen de Irán a los rehenes y a los soldados de la operación rescate.

Los cerebros de la operación estaban convencidos de que la parte más dificil de la misma sería la de hacer volar los ocho helicópteros durante más de novecientos kilómetros, desde la cubierta del portaviones Nimitz hasta la primera base en el desierto salado de Dashtekavir.

Por el contrario, los expertos que Planearon la operación y los noventa soldados de élite ejecutantes de la misma, opinaban que la parte más fácil sería, una vez dentro del complejo de la Embajada, neutralizar a los militantes sin que éstos hicieran daño a los rehenes.

El equipo de rescate contaba mucho con el momento de la madrugada en que intentarían la operación, porque tenían datos precisos de los servicios secretos sobre las costumbres de los guardianes delosrehenes.

Los miembros del equipo Delta, como se llama el grupo que intentó el rescate, llevaban armas químicas no mortales, para incapacitar a los militantes, pero su uso no parecía imprescindible.

Los vehículos que habían de transportar a los soldados norteamericanos desde las afueras de Teherán habían sido ya estacionados en sus lugares previstos de manera encubierta cerca de la base número dos, en la que los norteamericanos habrían pasado el resto de la noche del jueves al viernes.

El raid de liberación de los rehenes se habría llevado a cabo en la siguiente noche, es decir, la madrugada del sábado.

Una vez recuperados los rehenes, el plan contaba con que los helicópteros de la base número dos llegasen a la Embajada norteamericana y evacuasen a éstos y a.sus salvadores hacia la base número tres, igualmente cerca de Teherán, adonde estarían esperando con los motores en marcha los seis aviones de transporte C- 130 que evacuarían a todos. Los helicópteros serían abandonados en la base número tres.