Jomeini llama a la movilización popular contra las amenazas exteriores

El ayatollah Jomeini reiteró la necesidad de crear un Ejército de veinte millones de personas dispuesto a enfrentar la crisis generalizada que afronta el país, agravada por la tensión con Irak y Estados Unidos. En respuesta a los múltiples problemas nacionales que encara el Gobierno de Teherán, Jomeini invocó la práctica de guerra de guerrillas para resistir las sanciones económicas decretadas por Washington y luchar contra las autoridades iraquíes.

La medida está destinada también a organizar los combates entablados contra las fuerzas kurdas, a las que el Ejército iraní quiere neutralizar a la vista de las tensas relaciones existentes entre Teherán y Bagdad.

El ayatollah dijo que no había por qué temer sanciones económicas o militares contra su país, y urgió a Europa a que no se alinee con Estados Unidos para aplicar represalias contra Irán.

El octogenario dirigente revolucionario habló con voz firme durante veinte minutos en un mensaje televisado a la nación.

Otro aspecto que inquieta crecientemente al Gobierno islámico es el resurgimiento de la violencia en los centros universitarios iraníes, donde portavoces oficiales denunciaron el peligro nacional representado por comunistas y facciones rebeldes.

Pese a la decisión del presidente Carter de suspender las importaciones iraníes y los viajes entre los dos países, dichas medidas aguardan aún la esperada respuesta del Gobierno iraní.

Aunque Carter reveló el jueves que la. paciencia norteamericana parecía concluir, y preanunció la posibilidad de adoptar sanciones de carácter militar, la población iraní permanecía ayer en calma.

La única reacción oficial al nuevo paquete de sanciones decidido por Washington recayó en el presidente Abolhassan Banisadr, quien subrayó la necesidad de resistir a las medidas que provengan del Gobierno estadounidense.

En un mensaje radiado ayer en Teherán, Jomeini, de 79 años, pidió también el derrocamiento del régimen iraquí, cuyo canciller, Saadun Hammadi, declaró ayer en Copenhague que los choques fronterizos entre ambos países no debían conducir a una guerra abierta.

Fuentes kurdas indicaron que tropas gubernamentales empleaban helicópteros y aviones Phantom para combatir a los rebeldes que parecen replegarse hacia el interior del Kurdistán.

Jomeini acusó asimismo a Carter de actuar con fines electorales para perpetrar durante cuatro años más crímenes contra Irán.

Ante las nuevas sanciones norteamericanas, el canciller Saden Gotbzadeh declaró, por su parte, que aquéllas no iban a afectar la decisión de proseguir con las líneas generales de la política nacional.

Mientras los cincuenta rehenes norteamericanos seguían en su quinto mes de cautiverio, Jomeini atacó a Carter y al presidente iraquí, Saddam Hussein, al tiempo que invitaba al Ejército de aquel país a concluir con el poder del mandatario, para transformar Irak en un país islámico.

La CEE, ante el boicoteo a Irán

En Bruselas ayer se observaba que, aunque la Comunidad Económica Europea teme ver cerrarse el grifo del petróleo iraní, la posibilidad no resultará determinante en su decisión para contribuir al boicoteo económico solicitado por Estados Unidos contra el régimen de Teherán.

Los expertos comunitarios vienen subrayando insistentemente que no cesó de disminuir en estos dos últimos años la participación del crudo de Irán en el total de las importaciones de petróleo de la CEE.

Las últimas estadísticas oficiales demuestran que en el primer trimestre de 1980 sólo representaba el 5,5%, frente a un 7% en el mismo período de 1979.

Por su parte, el embajador japonés en Irán, Tsutomu Wada, dijo el jueves, en Tokio, que si Japón y otros países adoptan sanciones contra Irán para satisfacer la petición norteamericana, el Gobierno de Teherán suspenderá las exportaciones de crudo.

Wada hizo esta declaración después de entrevistarse con el ministro japonés de Asuntos Exteriores, Saburo Okita, y con el viceministro, Masuo Takashima, a quienes informó sobre los últimos acontecimientos en Irán.