Gran Bretaña puede romper relaciones con el régimen de Jomeini
Es muy posible que Gran Bretaña decida una ruptura de relaciones diplomáticas con Irán, aunque el resto de los países de la Comunidad EconómicaEuropea (CEE) no vaya tan lejos en su próxima cumbre a fin de mes.Fuentes diplomáticas de esta capital informaron que la posibilidad de una ruptura en solitario fue considerada en la reunión del Consejo de Ministros que, presidida por Margaret Thatcher, se celebró ayer en el número 10 de Downing Street. El Gabinete británico estudió el abanico de medidas a tomar por el Reino Unido en apoyo de la posición norteamericana.
Un portavoz del Foreign Office manifestó que «el Gobierno no había tomado n,inguna medida al respecto», pero se apresuró a recordar las palabras de apoyo pronunciadas por la señora Thatcher en su viaje de hace unos meses a Washington, cuando declaró que «en los tiempos de crisis es cuando se necesita a los amigos, y Gran Bretaña es un verdadero amigo de Estados Unidos».
La opinión de los círculos diplomáticos londinenses es que el Gobletno británico preferiría la adopción de una posición europea conjunta en torno al tema de las relaciones diplomáticas y a las sanciones económicas a adoptar contra Irán, en tanto se mantengan retenidos a los rehenes norteamericanos. El Gobierno espera que los ministros de Muntos Exteriores que se reúnen el lunes en Luxemburgo y, posteriormente, la cumbre dejefes de Gobierno, sean capaces de adoptar esa postura común. Pero si no se- lleja a un consenso, Londres estaría dispuesto a actuar en solitario en apoyo de la petición hecha por el presidente Carter
El embajador británico en Teherán, sir John Graham, llamado para celebrar consultas en Londres el pasado lunes, regresó el jueves a la capital iraní en medio de una serie de rumores que apuntan hacia esa ruptura. La opinión atribuida a la señora Thatcher es que, caso de llegara una ruptura de relaciones, el golpe de efecto sería mayor con el embajador en Teherán que en Londres. Según los círculos diplomáticos consultados, la primera ministra cuenta con el apoyo del líder de la oposición, James Callaghan, caso de que el Gobierno se decida a apoyar una política de dureza contra Teherán.
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