Nuevos escándalos políticos en Francia

Un escándalo más, protagonizado por el actual ministro de Justicia francés, Alain Peyrefitte, sorprendió ayer en París a la opinión pública, atónita ya por precedentes alborotos políticos en los que están involucrados las más altas personalidades del poder.

Este último escándalo de la serie lo desveló ayer el semanario satírico Le Canard Enchainé, publicando un extenso informe del ministro de la Justicia, «confidencial» y dirigido al presidente Valery Giscard d'Estaing, para eliminar políticamente al alcalde de París, Jacques Chirac, jefe de los neogaullistas, y posible candidato a la presidencia.

El semanario publicó con todo detalle los consejos de Peyrefitte para debilitar la personalidad política de Chirac y asegurar el triunfo de Giscard d'Estaing en las próximas elecciones al septenado presidencial del mes de abril de 1981.

La táctica propuesta en el explosivo informe se basa en practicar el aislamiento personal de Chirac y presentarlo como candidato «ambicioso» que prima «sus cálculos y rencores antes que el interés general», prevé el texto.

Por su naturaleza, ya grave, este escándalo va más allá y anuncia un peligro de escisión en el seno de los neogaullistas, ya que Peyrefitte autor del complot, pertenece a la misma formación política que el alcalde parisiense, Jacques Chirac, objeto del informe.

A este remolino político, se añade ahora otro en el que está comprometido un ex ministro del Interior, Michel Poniatowski, ahora consejero personal de Giscard d'Estaing, por el asesinato de un diputado, el príncipe de Broglie, en 1976.

Los partidos de izquierda, y tal vez también los neogaullistas de Chirac, están dispuestos a llevar este asunto hasta su esclarecimiento total, y para ello apelaron ya al Tribunal Supremo de Justicia, ante el cual quieren poner al ex ministro Poniatowski.