Del Burgo no convocó a los diputados forales para evitar una nueva desautorización contra su persona

La sesión que ayer debía haber celebrado la Diputación Foral de Navarra, en la que, previsiblemente, los diputados hubieran podido tomar el acuerdo de exigir la dimisión de Jaime del Burgo como presidente de la Corporación, no pudo celebrarse toda vez que el propio Del Burgo optó por no convocarla, a pesar de que verbalmente todos los diputados habían acordado el pasado viernes continuar ayer la sesión iniciada el día 9. En este sentido, todos los diputados forales, excepto Del Burgo, han llegado a un acuerdo para tratar de la decisión del presidente, tan pronto como éste convoque la sesión ordinaria de la Corporación, que deberá reunirse, como es preceptivo, mañana jueves.

A las diez de la mañana se dieron cita en el salón de sesiones del palacio de la Diputación de Navarra los diputados forales Pedro Sánchez de Muniaín y Angel Lasunción (UCD), Jesús Bueno (Amalur) y Angel García de Dios (Herri Batasuna), para continuar con los temas de la pasada semana que habían quedado pendientes, ya que el viernes se había tomado el acuerdo, de forma: verbal, de finalizar ayer las cuestiones sin resolver. Antes de iniciar estos temas, los diputados esperaban tratar acerca de la resolución adoptada por el Parlamento foral y, en consecuencia, sumarse a la iniciativa de la Cámara y exigir igualmente la dimisión de Del Burgo.Cuando los cuatro diputados forales esperaban el comienzo de la sesión, y mientras aguardaban la llegada de Juan Manuel Arza (UCD) y Jesús Malón (PSOE), quienes telefónicamente habían anunciado su presencia, se conoció la postura de Del Burgo, en el sentido de no convocar la sesión. De esta forma, el presidente de la Diputación esquivaba el deseo del resto de los corporativos de poner a votación como primer tema del orden del día una moción en la que se iba a acordar su dimisión como presidente.

Ante la no celebración de la sesión, los seis diputados forales mantuvieron una reunión para estudiar la situación creada a raíz de la decisión de Del Burgo de no acatar el acuerdo del pleno del Parlamento foral, que el lunes acordó exigir su dimisión. En la reunión, los diputados García de Dios y Bueno anunciaron que presentarán mañana, en la sesión ordinaria de la Corporación, una moción de urgencia, en la que se propone que la Diputación exija la dimisión de Jaime Ignacio del Burgo como presidente. De igual modo, los tres diputados forales de UCD presentarán una moción en idénticos términos.

Según cinco diputados forales consultados por EL PAÍS, la situación creada en Navarra a raíz de la decisión de Del Burgo de continuar al frente de la Diputación, haciendo caso omiso del acuerdo del Parlamento foral, puede ser considerada como de extrema gravedad, ya que, en las circunstancias actuales, la paralización administrativa que se está dando es posible que conlleve consecuencias imprevisibles. En opinión de los diputados Bueno y García de Dios, «ni moral, ni ética, ni políticamente, Del Burgo puede continuar como presidente. El quiere llevarnos a una guerra psicológica de nervios, paralizando el desarrollo normal de la Administración de Navarra. Está claro que desde hace varias semanas está todo paralizado por la obstinación de Del Burgo. Y, si esto continúa así por unos días más, nosotros nos vamos a cuestionar nuestra presencia en las instituciones forales».

Los diputados de UCD, contra Del Burgo

Por su parte, los tres diputados forales de UCD, partido al que pertenece Del Burgo, difundieron ayer una carta abierta a la opinión pública de Navarra, en la que aseguran que son objeto de una calumniosa campaña contra sus personas, precisando que si hasta ahora han permanecido callados ha sido por respeto a las instituciones y «por no entrar en el juego de quienes no tienen ningún decoro ni amor a Navarra».Según los tres diputados de UCD, la actitud de Del Burgo en el asunto FASA «fue moralmente censurable, ya que hubo una ocultación y obtuvo un beneficio en la liberación de unos avales. Mal pueden defender a Navarra quienes no respetan sus instituciones. Mal pueden defenderla quienes no tienen reparos en denigrarlas, quienes anteponen su obsesión de poder a toda otra cuestión y no les importa la desestabilización ni el deterioro a que están contribuyendo. Porque no hay nadie imprescindible, hasta el punto que quienes históricamente han acabado con todas las libertades, han sido aquellos políticos cuyo planteamiento ha sido el de o yo o el caos».

Paralelamente, con carácter urgente, Del Burgo, presidente de UCD de Navarra, había convocado para ayer una reunión del comité ejecutivo del partido, con el fin de tratar las posibles sanciones a los parlamentarios que el lunes permanecieron en el salón del Parlamento foral, mientras el resto de los centristas abandonaron la sala.