Alarde de fuerza de EEUU ante Cuba
Las grandes maniobras que el Ejército norteamericano va a emprender el mes próximo en el Caribe constituyen un intento de recordar a los soviéticos y a sus aliados cubanos que EEUU no tolerará ningún tipo de «aventurismo» en esa región estratégica.Durante tres semanas, a partir del día 8. de mayo, 42 barcos de la US Navy participarán con 20.000 hombres y 350 aviones en un despliegue de fuerzas poco corriente a lo largo de las costas cubanas.
Este ejercicio, bautizado Solid Shield 80, se desarrollará bajo el mando del nuevo Estado Mayor del Caribe, en Key West (Florida), creado el pasado mes de octubre por el presidente Carter, a raíz del descubrimiento por la CIA de una brigada soviética de unos 2.800 hombres estacionada en Cuba.
La región del Caribe, en la que EEUU tiene grandes intereses, es recorrida por barcos petroleros del golfo Pérsico, Nigeria y Venezuela, que abastecen con crudos a las refinerías de las Bahamas, Trinidad, Aruba y Curagao.
Además de sus intereses petrolíferos, EEUU depende del Caribe para su abastecimiento de aluminio, procedente en un 50% de Jamaica, isla que, a pesar de sus ingresos turísticos, atraviesa una situación económica desastrosa y se inclina paulatinamente hacia la izquierda.
Lo mismo ocurre en Granada, donde, según estimaciones de la CIA, entre trescientos y 350 cubanos participan en la construcción de un importante aeropuerto, cuya utilización no está muy clara para el Pentágono. Pero la mayor amenaza para EEUU sigue siendo la isla de Cúlpa, situada a tan sólo 150 kilómetros de Florida, y donde los soviéticos continúan, con gran discreción, implantándose militarmente.
La URSS acaba de entregar a Cuba en tercer submarino, basado por ahora en Cienfuegos, y la aviación militar cubana dispone de, por lo menos, una docena de Mig 23 y de ocho o nueve escuadrillas de aviones más antiguos.
En caso de guerra en Europa u Oriente Próximo los convoyes que saldrían de EEUU por el golfo de México, concretamente por el puerto de Galveston (Tejas), podrían ser interceptados por submarinos y aviones estacionados en Cuba.
Consciente del peligro, el Pentágono ha reforzado, desde hace algunos meses, los vuelos de reconocimiento sobre la isla y reactivado la base de Guantánamo.
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