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Los manifestantes ocuparon la sede de la Diputación Foral

Los actos organizados por e! Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación Foral de Alava y la junta municipal del Partido Nacionalista Vasco (PNV), con motivo del Aberri Eguna, quedaron casi anulados por las acciones de algo más de un millar de personas, fundamentalmente miembros de Herri Batasuna y de las gestoras pro amnistía, a las cuales se había impedido Regar a Pamplona. El balance de la jornada fue de tres lesionados en encuentros con la policía.El sistema de «filtro » establecido por los numerosos controles policiales dispersó notablemente a los vehículos de quienes intentaban llegar a Pamplona desde Vizcaya y parte de Guipúzcoa. Vitoria fue el punto de concentración más importante de los que habían quedado descolgados e interceptados en diversas carreteras. A partir de primeras horas de la tarde se hizo cada vez más difícil la entrada en la ciudad, al establecerse controles en la carretera de circunvalación. A pesar de ello serían más de mil las personas que tomaron parte en las acciones de la tarde.

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Pero antes de la hora de comer, unas trescientas o cuatrocientas personas hicieron imposible la recepción que la Diputación Foral había anunciado para miembros de las Juntas Generales, diputados y otras autoridades. Las personas citadas, que se habían congregado ante el edificio de la Diputación, se refugiaron en su interior para huir de una intervención de la fuerza pública, mientras el gobernador civil, Ezequiel Jaquete, que había acudido al acto, quedaba en cierto modo retenido por los ocupantes, ya que éstos le plantearon ciertas condiciones para abandonar su actitud. Fruto de esta negociación fue que, de 18.00 a 19.00 horas, la autoridad gubernativa autorizara una concentración-mitin en la plaza de la provincia situada junto al palacio de la Diputación, ya que el gobernador consideró tal recinto como de carácter foral, bajo la responsabilidad de la Diputación. Por ello, la autorización se hacía con la salvedad de que en cuanto los congregados intentaran abandonar la plaza serían reprimidos.

Por la tarde, los congregados no agotaron el plazo temporal dado ' y a las 18.45 horas iniciaron una manifestación precedida por una ikurriña y varias pancartas de HB. A escasas decenas de metros de su salida, la fuerza pública hizo una fuerte carga, disparando simultáneamente botes de humo.

En las dos horas que duró la ocupación de la Diputación tuvo lugar en el hall del edificio una asamblea. Un grupo de ocupantes logró también penetrar en los despachos de presidencia de la primera planta, con el fin de colocar una pancarta en el balcón y para retirar la bandera española, que tras ser descolgada, fue arrojada a los concentrados en las escalinatas.

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