La Democracia Cristiana salvadoreña decidida a abandonar la Junta de Gobierno
En círculos próximos a la Democracia Cristiana salvadoreña se asegura que los máximos dirigentes de dicha organización política han tomado ya la decisión de abandonar, definitivamente, la Junta de Gobierno y únicamente están esperando el momento adecuado para hacer efectiva tal determinación. El asesinato de monseñor Romero y el progresivo desmembramiento del partido son, de acuerdo con dichas fuentes, las motivaciones básicas que han impulsado a José Napoleón Duarte, presidente de la DC, a tomar tan importante camino.
Los democristianos que integran la Junta de Gobierno, junto a los representantes del sector militar que derrocó, en octubre, al presidente Carlos H. Romero, parecen dispuestos a abandonar el poder después de algún último y espectacular gesto que trate de congraciarles con las escalas bases del partido desengañadas de la actuación «cómplice» de sus jefes con el período de represión que vive El Salvador. El gesto podría ser, en opinión de fuentes fiables, la detención y enjuiciamiento de algunas personalidades cuya vinculación con la ultraderecha armada es conocida, y la petición de extradición de otras que se encuentran fuera de¡ país.De manera coincidente con estas versiones ha circulado el rumor de que el coronel Adolfo Arnoldo Majano ha expresado igualmente su deseo de abandonar su puesto en la Junta revolucionaria de Gobierno. El oficial está muy afectado, como persona y como hombre público, por la trágica, muerte del arzobispo Romero, con cuya línea pastoral se ha mostrado, insistentemente, «en absoluto acuerdo», y por la aparente imposibilidad de realizar las reformas previstas por la juventud militar que dio el golpe de Estado del pasado octubre en un clima de paz social.
En el caso de que se produjese la dimisión de los democristianos que integran la junta militar y la del propio coronel Adolfo Arnoldo Majano, la salida más lógica a la crisis sería, en opinión de la mayoría de los observadores, el nombramiento de una nueva Junta, exclusivamente integrada por militares, o de un presidente, igualmente miembro del Ejército.
Ayer finalizaron los preparativos para los funerales que han de celebrarse hoy, en memoria del arzobispo Oscar Arnulfo Romero, en la catedral metropolitana. Ayer fue cerrado el templo al público para permitir libertad de movimientos a las personas que trabajan en la preparación de la cripta donde serán inhumados los restos del prelado asesinado.
Aprovechando la presencia de cardenales y obispos extranjeros, entre los que se cuenta monseñor Iniesta, obispo auxiliar de Madrid, quien llegó a San Salvador el viernes, la Junta de Gobierno ha emitido un comunicado en el que se pide a los prelados «colaboración, comprensión y apoyo» para resolver pacíficamente la crisis que vive el país. Otras 16 personas han perecido en las últimas 24 horas.
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