Tercera edad
Si no estuviera tan desprestigiada la palabra por el uso excesivo de ella y cierto ternurismo que ensucia su verdadero sentido, se podría decir que es este un filme delicioso. Ello se debe en gran medida a su personaje principal. Este anciano que un buen día decide comprarse un velomotor y recorrer los caminos del cantón donde vive y trabaja, acercarse al Cervino o asistir a pruebas de moto-cross, supone un canto a la libertad que, tal como se nos viene a demostrar, no es necesariamente cosa de jóvenes.Su voluntad de aprender a dominar la máquina, su deseo de participar en la vida que le rodea, incluso su cazurrería aldeana están vistos a través de un humor eficaz que hace de su presencia baza fundamental del éxito de la película. No es de extrañar por tanto los numerosos premios que su interpretación inolvidable ha cosechado en diversos festivales.
Las pequeñas fugas
Director: Yves Yersin. Guión: Yves Yersin y Claude Muret. Fotografía: Robert Alazraki. Música: León Francioli. Intérpretes: Michel Robin, Fabienne Barraud, Dore de Rosa, Fred Persone, Mista Prechac, Nicole Vetier. Suiza. Versión original subtitulada. Comedia, Local de estreno: Gayarre.
Los demás personajes que componen la granja suiza donde la acción se desarrolla responden a esquemas tradicionales matizados por el lugar concreto en que transcurre la acción. Su drama es el de tantos otros pueblos en los que la especulación del suelo viene a cerrar una etapa de vida y trabajo tradicionales. Destaca la figura de la madre que ejerce su pacífico matriarcado sobre la familia, incluido el hermano que trae nuevas ideas a la casa, la hermana dispuesta a emigrar y el criado italiano que va de pueblo en pueblo, en busca de empleo. Todos ellos componen una comunidad rural parecida a tantas otras de cualquier país, a punto de desaparecer, barrida por la nueva sociedad industrial. A pesar de los contratiempos sentimentales o económicos, todo gira, sin embargo, en torno a este anciano interpretado por Michel Roben que, en sus breves fugas a lomos de su moto, va abriendo el mundo en torno, conociendo gentes afines, en una mezcla de confianza y asombro, hasta dar forma a un personaje poco común en las películas actuales.
Realizada con una técnica muy simple, que cuadra bien con el terna, a un ritmo quizás demasiado lento, estas escenas de la vida rural son un sedante en estos años.
Babelia
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