Estreno de "Las bragas", del dramaturgo alemán Carl Sternheim
Hoy se estrena, en el teatro Bellas Artes, de Madrid, la obra Las bragas, una «comedia burguesa» del dramaturgo alemán Carl Sternheim (1878-1942), uno de los precursores del expresionismo, en versión escénica y dirección de Angel Facio, con escenografía y vestuarios de Isidre Prunés y Montse Amenós. Está interpretada por Juan José Otegui, Salomé Guerrero, Alicia Hermida, Félix Rotaeta, Santiago Ramos y Francisco Sanz. Es el segundo espectáculo de la actual temporada que programa el Centro Dramático Nacional en dicho local, tras el estreno de Veraneantes, de Gorki.
El director teatral Angel Facio vuelve a los escenarios españoles tras permanecer tres años en Colombia y Venezuela, donde realizó montajes de Ligazón, de Valle Inclán; La señorita Margarita, de Athayde, y una versión de La Celestina. En 1977 estrenó en Madrid La casa de Bernarda Alba, de Lorca. Algunos de los actores que intervienen en Las bragas proceden del grupo Los Goliardos, creado en 1964, donde Facio dirigió obras de Unamuno, Arrabal, Mrozek, Triana, Lope de Rueda y Brecht.Carl Sternheim estrenó Las bragas, con éxito y escándalo, en Berlín,en 1911, dirigida por Félix Hollaender, primera de una serie de comedias denominadas «de la vida heroica de la burguesía», donde el autor satiriza la escalada social y económica de un funcionario pequeño-burgués. Para Angel Facio, el dramaturgo alemán recuerda el fenómeno Lubischt, «un alemán con sentido del humor».
«Sternheim», dice Angel Facio, «es; el gran comediógrafo de la generación expresionista, sin ser un autor típicamente expresionista, y la principal fuente de las primeras obras de Brecht, en la convención teatral y construcción escénica. Mientras Brecht tiene un sentido ético político, con una actuación política militante, Sternheim es un tipo sin complejos, perteneciente a una familia de la alta burguesía, que aprecia objetivamente el desarrollo obrerista sin intervenir en él. Es más cruel que Brecht, ya que en Sternheim no hay hombres futuros».
Sobre la personalidad de Sternheim, Angel Facio resalta sus dotes como dramaturgo, la concepción de la teatralidad, la crónica de sus ensayos de tipo literario o político, la manipulación de textos clásicos para adecuarlos al público de su época, la vinculación al mundo de la alta burguesía y su famosa colección de obras de Van Gogh. « En sus obras, la burguesía carece de una orientación ética. Se refiere a una clase muy concreta, que en la época guillermina no controla el desarrollo político, el poder, encargado a un Estado- modelo, con funcionarios y ejército. Observa lo que le rodea y juzga con una frialdad terrible y una gran acritud y lucidez, sin encontrar una vía de solución en ningún movimiento proletario. Los personajes de Sternheim son burgueses y mediocres, tipos normales de comedia.»
Para el director del montaje, Las bragas es una sátira feroz en forma de vodevil. La obra presenta un matrimonio de pequeños funcionarios que al final deciden tener un hijo. En las siguientes comedias, El snob y 1913, desarrolla la saga de la familia y las distintas generaciones. «El funcionario es un tipo representativo, más cercano al tratamiento brechtiano que, a los simbolismos expresionistas. Es una obra maravillosamente construida que no permite casi otra interpretación que no sea servir al texto. Es un vodevil de nata que se agria, aunque no he pretendido que se quede en vodevil. He querido dotar a la historia de esta familia de una especia de campo de acciones dramáticas, tipo realismo italiano, que contraste con el plano de lenguaje y acción vodevilesca. Dar una base realista a lo que en principio aparece como un juego de artificio. En la escenografía quiero dar la imagen de un daguerrotipo, de una postal de principios de siglo, una tonalidad sepia.»
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