Problemas en los centros de restauración y microfilmado de documentos

La inestabilidad laboral de los que trabajan en los centros nacionales de Microfilmes y de Restauración de Libros y Documentos, dependientes del Ministerio de Cultura, puede poner en peligro las funciones de estas entidades, cuyos técnicos tratarán hoy de ofrecer al director general de servicios del citado departamento, Agustín Utrilla, un panorama de lo que les ocurre.En el primero de los centros indicados, el de Microfilmes, trabajan siete técnicos. En el de Restauración de Libros y Documentos prestan sus servicios 43 técnicos restauradores. En ambos casos, sus contratos administrativos expiran el próximo año. Al no haber un cuerpo creado que los agrupe, los ceses de contratación no suponen necesariamente que vayan a ser sustituidos por otras personas ni que tales contratos vayan a ser renovados.

El Centro Nacional de Microfilmes tiene la función de realizar ediciones en microfilme no sólo para la conservación de documentos en ese formato, sino para vender a los investigadores el material que se halle en los archivos generales de Simancas (Valladolid), Indias (Sevilla), Archivo de la Corona de Aragón y Archivo Histórico Nacional.

Los restauradores de libros y documentos han restaurado obras tanto en el Archivo Histórico Nacional como en la Biblioteca Nacional. Suya fue la restauración de las Cantigas, por ejemplo.

Los problemas derivados de la inestabilidad laboral no son los únicos de los que se lamentan estos profesionales, quienes señalan que es aún más grave la dramática escasez de personal adscrito a ambos centros, cuyo cometido es esencial dentro de un programa para la conservación del patrimonio histórico nacional. Asimismo aluden como otro hecho grave a la insuficiencia de las instalaciones con que cuentan.

Los dos centros citados fueron creados en 1969 y hasta 1977 pertenecieron al Ministerio de Educación. A partir de entonces pasaron a depender del Ministerio de Cultura.