Auditoría en Televisión
Como un televidente más, fui testigo atónito de las machaconas y pueriles pruebas de eficacia con que nos castigó TVE en el programa Primera página del pasado 12 de febrero. Ante todo, es una gran falta de cortesía castigar al país con un programa en el que TVE perseguía fines muy concretos, como el dejustificar su injustificable caos.Los libros de cuentas de TVE no son para enseñárselos a los televi-
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Auditoría en Televisión
(Viene de página 11)dentes por fuera, ni los archivos, ni los ordenadores, sino para usarlos honrada y eficazmente por dentro. El que la RAI o la BBC gasten más que TVE no quiere decir que forzosamente padezcan de la corrupción y despilfarro que padece la nuestra.
Como las cosas hay que tomarlas según de quien vengan, uno se pregunta a quién pretenden convencer los dirigentes de TVE, que han permitido e incluso incrementado tan descarada e increíble corrupción. La verdad es una, simple, y no necesita la más mínima justificación. Ese afán de justificarse es francamente elocuente, pero la tabla a la que pretenden agarrarse ya no flota. Los argumentos de TVE no convencen.
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