Estudiantes y Gobierno marroquíes, enfrentados por el problema del Sahara

El Gobierno marroquí decidió suspender las bolsas de estudio a todos aquellos alumnos que se declaren en huelga. La medida, que puede afectar a unos 88.000 estudiantes, fue tomada para hacer frente a una importante y creciente inquietud en las escuelas y facultades de Marruecos.El problema fundamental que opone al estudiantado y al Gobierno no es sólo un cargado pliego reivindicativo presentado por la Unión Nacional de Estudiantes Marroquíes (UNEM), sino las diferentes apreciaciones sobre el problema del Sahara y, según las acusaciones formuladas contra más de una docena de estudiantes detenidos, por reconstitución de asociaciones o grupos prohibidos e ilegales, como lla al Aman, un sector del 23 de Marzo, y los marxistas-leninistas.

Las reivindicaciones estudiantiles, en estos momentos de extrema dificultad económica por los que atraviesa el país, conciernen no solamente a la cuantía de las bolsas de estudio -unas 8.000 pesetas mensuales para los universitarios becados-, sino a la construcción de viviendas escolares, ampliación de aulas y de plantilla docente, equipamiento y arabización de la enseñanza.

Sin embargo, el problema básico del enfrentamiento entre el poder y el estudiantado es mucho más profundo y concierne esencialmente a la diferente apreciación del problema del Sahara.

A tal punto que puede decirse que a los seis meses de haber sido legalizada de nuevo, tras un período de ilegalidad de seis años, la UNEM atraviesa una fase crítica. Durante su congreso de agosto pasado, la dirección elegida de la UNEM, que incluía a una fracción del grupo 23 de Marzo, proclamó su solidaridad con el Gobierno en lo que respecta al Sahara, y se declaró dispuesta a tener entrenamiento militar para la defensa del país si era necesario.

En la estructuración de la organización a nivel de facultades en lo que va de año, la dirección actual de la UNEM, ha resultado ampliamente minóritaria, en beneficio de otros grupos más radicales.

Numerosos estudiantes han sido detenidos en el último mes, y algunos han sido ya juzgados y condenados a penas de prisión firme de incluso cinco años.