Martínez Cerezo: "Picasso dio unos ojos a nuestra época"

Héctor Vázquez Azpiri presentó, en la librería Agli, de Madrid, el libro del novelista y critico de arte Antonio Martínez Cerezo La otra muerte de Pablo Picasso, que ha publicado la editorial Océano. A caballo entre la novela y el ensayo, se trata, según el propio autor dijo a EL PAÍS, de una experiencia que sigue las directrices dadas por Picasso al arte con temporáneo y, más aún, al mundo moderno. «Picasso», dice Antonio Martínez Cerezo, «ha dado unos ojos a nuestra época. Ya no es posible escribir ni pintar igual después de Picasso.»

La segunda muerte de Pablo Picasso está dividido en dos partes, escritas desde perspectivas distintas. La primera, que arranca el día de la muerte del pintor malagueño, narra la impresión producida por este hecho en un admirador suyo, lo que le permite una primera reflexión sobre su figura. «El protagonista del libro», dice el señor Martínez Cerezo, «reacciona ante la muerte del genio, al que ha seguido e intentado entrevistar, y se plantea el fenómeno como escritor.» La segunda parte, escrita en segunda persona, «de tú a tú con Pablo Picasso», permite la revisión de su persona, su pintura y sus actitudes vitales y artísticas.«Toda obra es de algún modo autobiográfica», dice Antonio Martínez Cerezo, «incluso las que tienen fuera un objeto personal, alguien que tiene una entidad por sí mismo. Reconocer lo exige la primera persona narrativa, pero atención porque el protagonista de este libro no soy yo ni es Picasso: es un personaje estrictamente ficticio. »

Como crítico de arte, Antonio Martínez Cerezo enjuicia la figura de Pablo Picasso: «Para mí lo más importante de Picasso está incluso más allá de su pintura, está en su actitud vital y como artista. Un hombre que a los ocho o nueve años estaba dibujando, y que dibujando muere, el día de san Dionisio de 1973... Un hombre que además ha sacrificado todo, vida privada incluida, al arte. Para mí, Picasso es la personificación del artista total. »

Respecto a su papel en el arte contemporáneo, dice el señor Martínez Cerezo: «Es el hombre que ha dado unos ojos a nuestra época para mirar las cosas. Que nos ha traído lo más importante: ese aire de libertad, que le obliga a acabar con todo lo superado, a no creerse nada, ni lo propio, a romper con lo que se consigue y abrir nuevos caminos.»

Esta actitud ha influido notablemente en la propia concepción del libro de Martínez Cerezo, según él mismo dice. «No he querido hacer un ensayo lineal, ni tampoco una novela tipo. Quizá también porque mi signo es piscis, un signo dual, estoy llevando este doble terreno a sus últimas consecuencias, y no sólo en este ensayo o novela, sino ahora en la novela en la que trabajo, Monterromo. La comprensión de esto que podríamos llamar espíritu picassiano me ha hecho darme cuenta de que no se puede seguir escribiendo como siempre, que, con toda la carga de la tradición, de las lecturas anteriores, hay que romper las estructuras de la narración», y también las del ensayo, «dentro del propio texto, dentro del trabajo mismo de la escritura.»