Preocupación argelina ante los intentos negociadores de EE UU en el Magreb
El régimen argelino sigue con profunda atención lo que podría ser un intento norteamericano de promover una negociación política entre Marruecos y las demás partes implicadas en el conflicto del Sahara Occidental, a la luz de las opiniones constatadas en medios argelinos bien informados y en círculos diplomáticos norteamericanos en Argel. La reunión de los embajadores de EEUU en los países del Magreb, en la capital española, serviría de fondo a una propuesta formal de Washington, según se estima en la capital argelina.Los embajadores norteamericanos en Argel, Rabat, Nuakchott y Túnez examinarán con el director para Africa del Norte de la Secretaría de Estado, Carlton Coon, una agenda integrada por el conflicto del Sahara occidental, los acontecimientos de Gafsa (Túnez) y el estado de las relaciones entre Washington y las capitales anteriormente citadas.
En este contexto hay que situar la «visita de información» hecha aquí por Coon, al término de una gira que le llevó a Rabat y Nuakchott, con una escala en El Aaiun. El funcionario norteamericano se entrevistó únicamente con responsables de la cancillería argelina, cuando estaba previsto que lo hiciera con las autoridades de mayor rango, pero, al parecer, Coon se negó a entrevistarse con dirigentes del Frente Polisario en las zonas liberadas del Sahara occidental y propuso hacerlo en Argel, lo cual fue rechazado por el movimiento independentista.
La visita del señor Coon ha supuesto un trago desagradable para la parte argelina, en contraste con los resultados de la que hace pocos días efectuara el ex embajador norteamericano en la ONU Andrew Young. Este último no tenía el encargo de transmitir ninguna propuesta o sugerencia del presid6te Carter en torno al Sahara occidental, como se creyó en principio, a pesar de lo cual, la dirección política argelina le deparó atenciones excepcionales.
Estados Unidos -aseguran fuentes diplomáticas- ha señalado su preocupación por preservar el futuro de sus relaciones con Argelia, y entiende que esto debe también estar vinculado a un proceso de negociación entre marroquíes y saharauis, en el que ambas partes tendrían que hacer concesiones de carácter territorial.
Esto tropieza con la negativa del Polisario a menoscabar la dimensión de su futura entidad política, aunque, por otro lado, por parte saharaui se considera que, constatado cierto «desenganche» de Francia en el conflicto, Marruecos difícilmente podría mantener su postura sin un apoyo político y militar norteamericano.
Por parte argelina se estima que sería positivo constatar una revisión de la política norteamericana en el Magreb.
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