Bonn cancela proyectos de cooperación con la RDA
Un día después de que el portavoz oficial del Gobierno de la República Federal de Alemania (RFA) desmintiese supuestas presiones del presidente norteamericano, Jimmy Carter, sobre el canciller alemán Helmut Schmidt para que congelase los acuerdos con la República Democrática Alemana (RDA) pendientes de firma, se dio a conocer que, si no existen tales presiones, al menos sí se ha producido tal efecto paralizante.De un plumazo, contra la opinión de varios ministros y del representante permanente de la RFA en la RDA, Helmut Schmidt decidió en el último Consejo del Gobierno, según se ha sabido ahora, paralizar varios proyectos conjuntos por un valor total de 2.000 millones de marcos (unos 75.000 millones de pesetas). Cuando el Gobierno germano oriental entregó al representante de Bonn los correspondientes estudios sobre estos proyectos, en Alemania Federal se interpretó este hecho como una nueva disponibilidad de Berlín a intensificar las relaciones mutuas.
El repentino cambio de actitud del canciller obedece, según los expertos, a una consideración de tipo electoral: un nuevo trasvase multimillonario de fondos estatales a la RDA podría ser una baza peligrosa en manos de una oposición que aboga por que se destinen fondos importantes a una potenciación de las fuerzas armadas federales.
De hecho, sean o no ciertas las presiones norteamericanas sobre el Gobierno de Bonn, en la capital federal de Alemania se hace referencia constantemente a la temida, y esperada, próxima llegada de Cyrus Vance a Bonn, el día 20, y a la plicación del boicot olímpico de Washington.
De ambos factores depende también la fijación de aquellas responsabilidades, contantes en el capítulo financiero, con las que la RFA deberá materializar su respaldo político a la «doctrina Carter».
Los temores alemanes a verse aún más envueltos en la crisis actual se revelan en detalles menores: el Ministerio de Defensa considera ahora si no será oportuno anular un periplo de varias unidades navales, preparado ya hacía meses, por aguas del océano Indico para evitar así que se malinterprete la presencia de buques de guerra de la RFA en aguas inmediatas a las regiones asiáticas, centro de la actual crisis.
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