No habrá elecciones a los parlamentos regionales hasta 1983

Las Cortes Generales regularán el sistema electoral de las futuras comunidades autónomas, según se desprende de una intervención del presidente de UCD de Asturias en la asamblea redactora del Estatuto asturiano y de otras fuentes consultadas por EL PAÍS. Las elecciones coincidirían probablemente con las municipales de 1983 para reducir gastos.

Los electores votarían en dos urnas: una para los ayuntamientos, y otra para las asambleas legislativas de las comunidades autónomas. Se espera que el próximo Consejo de Ministros tome el acuerdo de convocar a la Asamblea de Parlamentarios y Diputados provinciales asturianos para dar su aprobación formal al proyecto de Estatuto de Autonomía para Asturias, cuyo texto quedó ultimado en la noche del sábado.A última hora, UCD retiró sus enmiendas relativas a fijar un plazo máximo de tres años para la celebración de las primeras elecciones a la Junta General del Principado o Parlamento regional, pero mantuvo su negativa a la desaparición de la Diputación, presidida por el centrista Agustín Antuna, antes de 1983, fecha en la que finaliza el mandato de los actuales diputados provinciales. La izquierda impuso también en las disposiciones transitorias el sistema electoral personalizado, similar al utilizado en el Bundestag o Cámara baja alemana ya explicado en EL PAÍS (7 de febrero pasado), introduciendo dos modificaciones: los candidatos podrán presentarse simultáneamente en la circunscripción y en el distrito uninominal, y en el caso de que algún candidato electo en un distrito no perteneciera a un partido o coalición, se sumará a los sesenta miembros previstos para la Asamblea, incrementándose a este fin el número de escaños necesarios.

Debate PSOE-UCD

El sistema electoral provocó un brillante y duro debate entre Luis Gómez Llorente (PSOE) y Emilio García-Pumariño (UCD), en el que medió Horacio Fernández Inguanzo (PCA), acusando al diputado centrista de haber evidenciado «alergia al comunismo» en una de sus intervenciones. Para García-Purriariño, el sistema aprobado por la izquierda no tiene en cuenta las distintas zonas del territorio, como exige la Constitución. Según Gómez Llorente, UCD trata de distorsionar la voluntad popular primando el voto rural y campesino.

Fuentes fiables informaron a EL PAÍS que el Ministerio de Administración Territorial trabaja sobre un proyecto de desarrollo autonómico para Asturias que consistiría en demorar las primeras elecciones al Parlamento regional hasta 1983 para hacerlas coincidir con las municipales. Este criterio sería aplicado a las demás comunidades autónomas que sigan la vía lenta del artículo 143 de la Constitución. En el caso de Asturias, por tratarse de una región uniprovincial, se constituirá provisionalmente un órgano legislativo, formado por los treinta diputados provinciales y los catorce parlamentarios o sus representantes. Esta asamblea elegiría al presidente provisional del Principado, que sería el encargado de formar Gobierno. De esta forma, la Diputación quedaría automáticamente integrada en la comunidad autónoma, que asumiría todos sus medios personales y materiales. En esa asamblea de 44 miembros, la izquierda tiene veintitrés, y la derecha, veintiuno.

En cuanto al sistema electoral, parece probable que se regule por ley de las Cortes Generales, según pudo intuirse de una de las intervenciones del presidente de UCD de Asturias, cuyas palabras en este sentido fueron calificadas de «noticia de alcance estatal» por Luis Gómez Llorente, quien mostró su contrariedad con tal procedimiento por ser ajeno a la región.