Adolfo Suárez inicia hoy una visita oficial a Irak y Jordania
El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, inicia hoy en Bagdad una gira oficial por el Oriente Próximo, en la que tiene previsto visitar, en una primera etapa, Irak y Jordania. Las relaciones bilaterales de España con los países árabes de esta zona del mundo, en sus planos político y económico, y las crisis políticas y militares de Irán, Afganistán y Oriente Próximo, serán los temas esenciales de las conversaciones que el presidente Suárez mantendrá con las primeras autoridades iraquíes y jordanas al inicio de este periplo, que se espera continuará en los próximos meses con desplazamientos a Siria y Arabia Saudí.
El presidente Suárez no viaja a Irak y Jordania como mediador oficial en la crisis del Oriente Próximo, según se ha informado de fuentes oficiales españolas, donde se precisó que ni Estados Unidos ni los países árabes afectados por el conflicto árabe-israelí han pedido a España formalmente que desempeñe esta misión. Otra cosa es que, dadas las buenas relaciones que el Gobierno de Madrid mantiene con las naciones árabes a raíz de su posición oficial ante esta crisis y por la ausencia de relaciones diplomáticas entre España e Israel, que el presidente Suárez aborde en sus conversaciones a nivel informativo el problema del Oriente Próximo, como lo hizo en la Casa Blanca con el presidente Carter a mediados del pasado mes de enero.En dicha ocasión, el jefe del Ejecutivo español expuso al presidente Carter la óptica hispana del conflicto, que fue apreciada con interés por la Administración americana, según se vio en el comunicado oficial que al término del viaje a Washington emitió la Casa Blanca. En síntesis, España considera que la solución del problema palestino, la creación de un Estado para el pueblo de Palestina, constituye la clave para la solución pacífica de la crisis. Piensan también las autoridades españolas que esta solución debe pasar a través de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y muy concretamente, por su dirigente Yasser Arafat como principal interlocutor válido de Occidente. Se añade, finalmente, que el diálogo con Arafat y la búsqueda del Estado palestino permitirá a Estados Unidos y a Europa occidental reanudar unas nuevas relaciones con los países árabes, que ayudarán al establecimiento de unos precios adecuados y estables para el petróleo y al reforzamiento de la presencia política occidental en la zona, en menoscabo de la influencia de la Unión Soviética y de sus aliados, hoy en franca decadencia con motivo de la invasión de Afganistán por el Ejército soviético.
Yasser Arafat es, pues, pieza clave en el complicado tablero del área. Por ello, no se descarta que el presidente Suárez vuelva a encontrarse con el líder palestino durante su periplo por Oriente Próximo, aunque en Madrid se creía ayer sábado que la oportunidad de la entrevista no parecía presentarse en este viaje. Quizá se celebre más adelante y posiblemente en Damasco, cuando Suárez visite al presidente El Asad, amigo y aliado de Arafat en la ofensiva contra Israel. En todo caso, y desde la visita a Madrid del líder de la OLP, parece detectarse en Occidente un deshielo frente a esta organización palestina y en los países árabes un interés creciente de que España, país candidato al ingreso en la CEE, refuerce sus relaciones con las naciones europeas.
Conferencia de no alineados
Otro tema de interés, que ha de surgir en el diálogo que Suárez mantendrá en Bagdag y Amman, será el de la distensión y la crisis actual de las relaciones internacionales. El caso de los rehenes americanos en Irán y la invasión de Afganistán saltarán de una u otra manera al tapete de las discusiones. Aquí se espera que España informe sobre los preparativos y perspectivas de la Conferencia de Seguridad y Cooperación de Madrid y que, al menos los iraquíes, aborden la preparación de la próxima convocatoria del grupo de países no alineados, que se ha de celebrar en Bagdad a nivel de cumbre en el otoño de 1982, y cuyas reuniones preparatorias han de pasar por la capital iraquí. España, como se recordará, fue país «invitado» en la sexta cumbre de los no alineados celebrada en La Habana.
El presidente Suárez, que viajará a bordo de un DC-8 con un séquito de unas treinta personas, está acompañado en su desplazamiento por los ministros de Asuntos Exteriores y Comercio, Marcelino Oreja y Juan Antonio García Díez. La presencia del ministro de Comercio está más que justificada, dado el alto nivel de intercambios comerciales existente entre España e Irak. Aquí, donde el déficit español es enorme, prima el problema del petróleo. Suárez intentará conseguir en Bagdad un mayor nivel en los aprovisionamientos españoles de crudos y ofrecer como contrapartida nuevas aportaciones tecnológicas españolas, así como la cooperación en los terrenos militar, la construcción, sector eléctrico y transportes.
Programa
El presidente tiene prevista su llegada hoy domingo, a las cuatro y media de la tarde. Este mismo día participará en una comida con el presidente Sadam Hussein, con quien mantendrá conversaciones políticas mañana lunes, mientras los ministros que le acompañan establecerán contactos con sus homólogos iraquíes.
El martes por la mañana el avión presidencial despegará de Bagdad con destino a Jordania. En Amman, el presidente Suárez se entrevistará con el rey Hussein. En este país serán los temas políticos, los que ocupen el centro del diálogo. Jordania es nación considerada dentro del llamado grupo de países «moderados», en la crisis de Oriente Próximo. Por ello, la visita equilibra, en parte, la escala política en Irak, país del frente de rechazo a los acuerdos de Camp David, firmados entre Egipto e Israel. Jordania es, por último, país clave en toda solución del problema palestino.
En la capital jordana está previsto, por último, que el presidente Suárez se reúna con todos los embajadores españoles acreditados en los países árabes de Oriente Próximo
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