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Garaikoetxea pide "signos inequívocos" de que se desbloquea el Estatuto

La existencia de un «signo inequívoco de desbloqueo del proceso de transferencia de competencias a la comunidad autónoma» y la «introducción» en las leyes orgánicas que afecten al régimen autonómico de una cláusula que establezca que tales leyes no interferirán lo legislado en el Estatuto de Autonomía», son las únicas condiciones del PNV para que sus diputados y senadores se reintegren al Parlamento. Así lo explicó ayer en Bilbao Carlos Garaikoetxea, al desmentir la, en su opinión, «maliciosa interpretación », según la cual, el PNV volvería a las Cortes tras las elecciones al Parlamento Vasco.«¿Qué gobernante demócrata», se preguntó el lendakari vasco, «puede escandalizarse porque en leyes como la de policías autónomas o autonomía universitaria se incluya una frase que diga algo así como "sin perjuicio de lo establecido en el Estatuto"?» En opinión de Garaikoetxea, la oportunidad de una cláusula de ese tipo viene avalada por el sistemático olvido de que hace gala la Administración central respecto al hecho de que «la estructura del Estado ha cambiado radicalmente». .

Para ilustrar su pensamiento, el presidente del PNV añadió algunos detalles a lo ya revelado por otros dirigentes de su partido, respecto a la gestación en la Moncloa del pacto en torno al Estatuto vasco. «Cuando se llegó al tema de Navarra explicamos nuestra interpretación sobre el carácter global, a nivel de los cuatro territorios, del segundo referéndum, y se decidió introducir una modificación en tal sentido en el artículo 47 del Estatuto. Así se hizo, con el acuerdo de ambas partes, pero Marcos Vizcaya, mosqueado por sus experiencias parlamentarias, insistió en introducir una explicación algo más detallada, de forma que no quedase lugar a dudas sobre el significado de la frase «referéndum del conjunto de los territorios afectados». Fue entonces Pérez-Llorca quien exclamó: «Pero, por Dios, déjalo así, hombre, que ya está claro.» De ahí nuestra particular indignación, al ver luego con que aplomo se aseguraba que no había habido acuerdo expreso sobre este y otros puntos que luego han sido puestos en cuestión por la redacción dada a ciertas leyes orgánicas.

Respecto a las competencias, Garaikoetxea consideró «poco serio» que desde febrero del 79 no haya habido ninguna transferencia al Consejo General. «El Estatuto», señaló, «fue una solución de compromiso, quizá el único posible. Pero sin competencias, el Estatuto no pasa de ser un papel.» «De ahí el desencanto pasivo de algunas gentes y la desconfianza de otras en las vías políticas.» Para el presidente nacionalista la persistencia de la violencia en Euskadi tiene mucho que ver con esa desconfianza y ese desencanto. «Sí, no todos», opinó, «es evidente que gran parte de quienes hoy apoyan la estrategia de la violencia lo hacen por incredulidad en la vía institucional, en la vía del diálogo y la política. Ese escepticismo, que constituye el caldo de cultivo de los grupos violentos, sólo se podrá vencer si podemos presentar, si no resultados acabados, muestras al menos de que se ha iniciado un proceso de cambio real, que vamos a tener verdaderas competencias en orden público, en enseñanza, en medios de comunicación, etcétera.»

Sobre esa base, podría abordarse «un plan generoso de reconciliación» para el que, a su vez, sería «premisa necesaría que las metralletas dejasen de sonar». Y ello porque «sería un sarcasmo hablar de paz con el dedo en el gatillo».

Otro tema abordado por Garaikoetxea en la rueda de prensa fue el de las elecciones al Parlamento Vasco. «Aparece evidente», reconoció, «que ninguna fuerza va a tener la mayoría absoluta.» «De ahí», añadió, «mi temor de que durante la campaña se ahonden fosas difíciles de salvar.»

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