El Gobierno de Guatemala reconoce que su policía "actuó precipitadamente"
Guatemala ha presentado al Gobierno español «formales y sinceras excusas» por los incidentes ocurridos en la noche del jueves en la embajada española en esta capital y ha reconocido que se produjo «un acto de precipitación» en la actitud de la policía local que, con su acción, provocó el incendio del edificio y la muerte de 39 personas. Así lo comunicó oficialmente el ministro guatemalteco de Asuntos Exteriores a los periodistas españoles. El funcionario explicó que había leído personalmente por teléfono a su colega español, Marcelino Oreja, la nota de excusas, en la que se promete, además, la más amplia investigación para aclarar los hechos.
Mientras tanto, diversos medios de información continúan manejando la especie de que la ocupación de la embajada fue un episodio conocido de antemano por el embajador Máximo Cajal. Un canal de televisión, usando testimonios de «unos españoles» que no identificaron, acusó al embajador Cajal de comunista y señaló que, según aquellos supuestos testimonios, el pasado domingo había viajado al Quiché, la zona campesina guatemalteca, obligando a acompañarle al secretario Jaime Ruiz del Arbol para preparar la ocupación.Pedro Bermejo, director general para Asuntos de Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores señaló a EL PAÍS que presentará una nota formal de protesta por estas acusaciones, a través de la embajada de Venezuela, que pedirá la adhesión del cuerpo diplomático y que solicitará una visita al canciller guatemalteco para informarle de la situación y transmitirle el disgusto del Gobierno español por esta situación.
El presidente de Guatemala, general Romeo Lucas García, responsabilizó ayer a los campesinos y estudiantes que invadieron la embajada española de la tragedia del jueves.
«La policía trató de rescatar a embajador, que se encontraba en peligro como rehén de un grupo de terroristas, tras haber sido llamada desde la embajada», afirmó el general guatemalteco.
La Central Nacional de Trabajadores ha manifestado que la ocupación de la embajada española se efectuaba en forma pacífica y añade que la policía allanó la sede diplomática en forma violenta.
Asimismo, la CNT expresa su condena por los hechos, que califica de matanza, y llama a las agrupaciones de trabajadores del país a solidarizarse.
El Frente Democrático contra la Represión señala en una declaración pública que campesinos de la provincia de El Quiché ocuparon la misión española para dar a conocer nacional e internacionalmente que son «reprimidos» por agentes gubernamentales.
Protesta del cuerpo diplomático
El cuerpo diplomático acreditado en Guatemala protestó en pleno ante el ministro de Asuntos Exteriores, Rafael Castillo, por la violación de la extraterritorialidad de la embajada española, en los trágicos sucesos del jueves. Los embajadores hicieron una enérgica petición al canciller guatemalteco, en el sentido de que si vuelve a producirse una situación similar, la policía local no acuda, si no es a través de una petición formal y comprobada del embajador o jefe de misión afectado.
Después de la ruptura de relaciones diplomáticas anunciada por España, esta es la primera repercusión internacional sentida aquí después de la ocupación e incendio de nuestra representación en Guatemala. De forma paralela, el Gobierno de México, a través de un portavoz de la cancillería, señaló que estaba estudiando la posibilidad de retirar a su embajador en Guatemala, en señal de protesta por la actuación de la policía en los incidentes del jueves.
No todos los ocupantes de la embajada de España en Guatemala eran campesinos, sino que entre ellos había una religiosa, un obrero y estudiantes de derecho en la Universidad Nacional.
El Comité Democrático contra la Represión, que aglutina a entidades sindicales, estudiantiles y religiosas, proporcionó ayer los nombres y profesiones de los fallecidos que han sido identificados. De ellos, diecinueve eran campesinos, cinco eran estudiantes de derecho en la Universidad Nacional y autónoma de San Carlos, y también se encontraban una religiosa y un obrero.
De los cadáveres identificados, cuatro eran de mujeres, entre ellas la joven universitaria Sonia Magaly Welches Valdez, supuesta jefa del grupo, y la religiosa María Ramírez Anay.
Ambiente tenso
El patrullaje militar y policial se ha intensificado en las últimas horas. Existe un tenso ambiente previo al entierro de varias de las víctimas del incendio de la embajada.
Los cadáveres de estudiantes ycampesinos lueron velados durante dos noches en el recinto del Paraninfo universitario. Una gran manifestación de estudiantes acompañará hasta el cementerio los restos de los compañeros muertos.
Hay temor de que se produzcan enfrentamientos. Ya el viernes por la noche se produjo un tiroteo durante el velatório y un e studiaiite resultó herido.
Anoche cuatro autobuses fueron incendiados después de obligar al conductor y pasajeros a abandonarlos. El jueves por la noche fueron atacados e incendiados otros seis autobuses.
Todos los centros de distracción y comercio de la capital se encuentran desolados. Las personas que ayer no debían trabajar han permanecido lejos del centro, en previsión de disturbios.
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