Minidecamerón
Desde Leda y su famoso cisne, ardid de Zeus para lograr, transformado en ave, lo que no conseguía bajo humana apariencia, las relaciones más o menos eróticas, más o menos conscientes, entre mujeres y animales, dieron pie para sus obras a toda clase de artistas en muy diversas épocas. Walerian Borowczyk, conocido erotómano que ya tratara el tema en relatos anteriores, parece haberse encontrado a sí mismo en este género, hallando a la vez un auténtico filón y olvidando empeños anteriores. Así estas tres figuras femeninas vienen a ser prolongación más que de sus famosos Cuentos inmorales, de aquel otro titulado La bella y la bestia, donde erotismo y pornografia corrían paralelos, cuando no acordes, por los cauces ambiguos de la administración y la moral al uso.En este caso, de un modo más sutil o si se quiere más morigerado, ha echado mano de su propia inspiración y del inevitable Pierre de Mandiargues, lo que supone en la segunda historia, una mayor altura y consistencia, no sólo en el aspecto literario. Borowczyk aporta, como siempre, un sentido del humor poco corriente en tal tipo de empeños, un gusto refinado en la plástica de sus recreaciones y una técnica acorde con la eficacia que este tipo de cine exige. Por todo ello, es necesario precisar que su estilo, hecho a medias de pastiche histórico y de alusiones a la actualidad y al problema eterno del sexo, le distinguen y a la vez le colocan a muchos codos por encima de tanto artesano pornográfico como medra y vive al amparo de modas y frustraciones. Su elegancia en la imagen y en la música, su capacidad de evocación en lo que se refiere a tiempos, deseosy técnicas amatorias, revelan, más allá de la anécdota, una rara perfección que, desde el puro juego, siempre parece a punto de caer en el manierismo de sus imitadores.
Tres mujeres inmorales
Guión: «Margarita y María» de Walerian Borowczyk; «Marcelina», de André Pierre de Mandiargues, de su cuento «La sangre del cordero». Dirección: Walerian Borowczyk. Fotografia: Bernard Dallieincourt. Intérpretes: Marina Pierro, Gaelle Legrand Pascale Cristophe. François Guetary, Hassan Fall, Gerard Ismael, Jean Martinelli. Erótico. Francia. Local de estreno: ABC Park. Sala 3.
A medias entre el cine nórdico, tan afín a estos temas, y la tradición libertina meridional, este centroeuropeo afincado en París trae de nuevo hasta nosotros sus alegres relatos desde el Renacimiento a nuestro tiempo con su habitual saber hacer del sexo y en tomo al sexo. El último de los tres cuentos naufraga, sin embargo, quizá porque su realidad nos toca ya de cerca y porque, a fin de cuentas, el erotismo en él aparece casi forzadamente.
De todos modos, este juego de humanos y animales, con su fauna de conejos, gatos, perros fieles, amantes inmolados y clérigos venales, este Decamerón en tono menor, merece lugar aparte en un mundo donde la moral y el espectáculo se confunden a menudo, hasta llegar a incluir a la familiar e inefable Casa de la pradera en la temida inquisición de los filmes pornográficos, vecino al Purgatorio de los abominables.