Los parlamentarios italianos, invitados a una catequesis mensual

El cardenal vicario de Roma, Ugo Poletti, jura que no se trata de una iniciativa del Papa, pero casi nadie se lo cree. Se trata de una idea original que ha causado sorpresa ya la que no deja de reconocérsele gran imaginación. Todos los miembros del Parlamento italiano, diputados y senadores, de todos los partidos, sin excluir ni a los comunistas ni a los anticlericales radicales, han recibido una carta personal firmada por el cardenal vicario de Roma, en la que se les invita a reunirse un miércoles al mes en la iglesia borrominiana de San Ivo, en la Sapienza, «para rezar y discutir de religión». Se tratará de una serie de encuentros, con misa, de carácter «exclusivamente religioso». Y ha sido ya anunciado el tema del primer miércoles: «La unidad de los cristianos».Los parlamentarios que lo deseen rezarán con el cardenal por este problema y después podrán «discutir abiertamente» con él. Los temas sucesivos podrán ser elegidos comunitariamente.

Algunos observadores, con cierta ironía, han comentado que el cardenal Poletti se ha autoproclamado como «capellán del Parlamento». Otros han pensado que se trata de una iniciativa bajo cuerda de la Democracia Cristiana, pero el cardenal Poletti lo ha excluido categóricamente: «Aquí no tiene nada que ver la DC, ni tampoco es contra ella. La Iglesia es tan autónoma que puede decidir con plena libertad. »

El cardenal, que ha advertido que es posible conciliar el Evangelio con la política y que en el « Evangelio no existe nada contra el hombre», afirma que un encuentro con el Evangelio sólo puede ayudar a defender al hombre. Y aquí se ve la mano de Wojtyla, que seguramente ha lanzado esta idea de gran «catequesis a la flor y nata de los políticos italianos».

El cardenal, para tranquilizar, sobre todo a los parlamentarios de izquierdas, ha subrayado que la Iglesia no desea ir más allá de sus fronteras: «Pedidnos que recemos», ha dicho, «no nos pidáis ser expertos en política.»

Hay quien piensa, sin embargo, que es esta una de las más finas operaciones políticas a grandísimo nivel inventada por Wojtyla para establecer un diálogo abierto sobre «fe y política» con los mayores responsables del país. Y siendo Poletti sólo el vicario del Papa en la diócesis de Roma, no se excluye que en alguna ocasión pueda presentarse al encuentro el Papa mismo, para dialogar, de tú a tú, con los parlamentarios.