Leve mejoría del presidente yugoslavo
Las reuniones de alto nivel político en Yugoslavia se suceden desde hace 48 horas. Tras la reunión del comité central de la Liga de los Comunistas (partido cornunista), el pasado martes, ayer se reunieron en Be1grado las altas jerarquías del Estado y el partido, según fuentes solventes de la capital yugoslava. Entre tanto, el estado físico del presidente Tito se mantiene «estacionario». según versión del diario Borba, oficial de los comunistas. Si bien el último parte médico, emitido ayer, se refiere a una leve mejoría, «sin nuevas complicaciones». en la salud del anciano presidente, de 87 años.
También ayer se supo en Belgrado que, desde comienzos de enero, se encuentra en la capital el dirigente croata VIadimir Bakaric, por expreso deseo de Tito, quien te habría encargado de coordiriar la situación durante su enfermedad. Bakaric, de 68 años, está reconocido como una de las personalidades favoritas para sustituir a Tito en la dirección del país, al margen de las previsiones oficiales sobre la «sucesión colegiada».
En el capítulo concreto del desarrollo de la enfermedad del presidente, ayer, fuentes bien informadas de Beinrado aseguraban que el propio Tito se opuso a que se le amputase la pierna en el transcurso de la entrevista que mantuvo, el pasado día 6 en Brdo, con los cardiólogos DeBakey (nortearnericano) y Kniazev (soviético), ambos partidarios de la amputación. Tito fue contundente con los médicos al afirmarque nodesea en absoluto dos cosas: «Ser enterrado fuera de Yugoslavia ni que se te ampute miembro alguno.»
Otras fuentes, citadas por la agencia AFP, dicen que en la operación del pasado domingo los cirujanos tomaron una porción de un vaso sanguíneo de la parte alta del muslo del mariscal, para reimplantarlo luego en la zona enferma, por debajo de la rodilla. En un principio se aseguró que Tito había sido sometido al injerto de una arteria artificial.
Mientras para todo el mundo, dentro y fuera de Yugoslavia, parece claro que Tito no se recuperará de esta intervención, agravada por la ciática crónica que padece y una diabetes en aumento, en Occidente se sigue especulando sobre el futuro de Yugoslavia tras la desaparición del mariscal-presidente.
Ayer, el diario vienés Kronenzeitung informó de ciertos planes del Ministerio austríaco del Interior en previsión de una huida en masa de yugoslavos, en caso de que existiera una amenaza real soviética a la muerte de Tito, lo que a su vez facilitaría la entrada en Yuuoslavia de terroristas de extrema derecha, ustachis. Por su parte, la agencla oficial soviética Tass desmintió ayer que la «URSS amenace la independencia yugoslava», atribuyendo tal temor «a la propaganda de la OTAN». Sin embargo, ochenta parlamentarios británicos presentaron ayer en los Comunes de Londres una moción para que el Gobierno de Gran Bretaña informe al de la Unión Soviética de que «cualquier medida agresiva de la URSS contra Yugoslavia será considerada un ataque contra la comunidad internacional».
Por otra parte, la inquietud de la sociedad yugoslava por la salud de Tito se vio acrecentada ayer por otra noticia: un ligero movimiento sísmico, de fuerza 6 en la escala Mercali, en la costa de Montenegro.
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