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Duras críticas de Albiñana a la política del PSOE en el País Valenciano

El ex presidente del Consejo del País Valenciano, José Luis Albiñana, ha calificado de improvisación política la actuación de su partido, el PSOE, respecto a la crisis del organismo preautonómico valenciano. Al mismo tiempo ha manifestado que está en contra de arriar o negociar banderas, con lo que evidencia su desacuerdo con la ejecutiva socialista, que ha anunciado su predisposición a adoptar la senyera cuatribarrada con franja azul y el escudo del Consejo.

El señor Albiñana, que desde su dimisión se ha reintegrado a su bufete de abogado, afirmó que las causas profundas de la crisis del Consejo hay que buscarlas «en una traición clarísima de la burguesía empresarial valenciana, nacida tras el desarrollo económico de los años sesenta. que ha cedido su protagonismo político a la tradicional burguesía agrarista valenciana, que son auténticos cancerberos del poder centralista».Tras poner en duda que la actual política de acercamiento de su partido a UCD obtenga contrapartidas políticas sinceras, matizó que el «Partido Socialista ha intentado e intenta negociar a veces en un esfuerzo desesperado y aun suicida. No se calibra muy bien la actitud del enemigo. Hay que plantear una solución a la salida de la crisis mediante una presión social de las fuerzas de izquierdas que rompa en unas negociaciones, en las que se debe obligar a UCD a cambiar de interlocutores».

José Luis Albiñana se manifestó dolido por la improvisación política que dice observar en su partido sobre el tema autonómico: «Estamos como en los tiempos de la Junta Democrática: con política de improvisaciones. He defendido hasta hace poco tiempo una bandera de las pedradas y los insultos, que ahora amenaza no existir. En política no se puede improvisar, porque a la larga agudiza una crisis antes que resolverla.»

«No me echaron de la presidencia del Consejo», afirmó Albiñana, quien agregó que él nunca fue un obstáculo para que la autonomía saliera adelante. «Me vi apeado del cargo porque se iniciaba una nueva política autonómica, en la cual yo no estaba dispuesto a participar, y esto siempre genera una mala conciencia que dificulta la continuación.»

Junto al cambio de política, dijo que su marcha también estuvo motivada por una campaña de prensa en contra de su persona, y precisó que en los momentos de su dimisión «hubo una falta de sincronización dentro de mi propio partido. Me parece muy feo dimitir. Los cargos públicos deben continuar hasta el fin de sus mandatos».

José Luis Albiñana habló de una nueva oportunidad para reconsiderar la política autonómica socialista en el próximo congreso del mes de febrero, a celebrar en Valencia, en el cual, dijo, se presentaría para el cargo de secretario general sólo en el caso de que se sintiera respaldado por una amplia mayoría.

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