El Ejercito salvadoreño rechaza un ultimátum de altos funcionarios del Gobierno

Las fuerzas armadas de El Salvador rechazaron los pronunciamientos de ministros y funcionarios, que a finales de diciembre les pusieron condiciones para continuar en el Gobierno. El rechazo, sin embargo, no provocó la renuncia inmediata de aquéllos, que sé reunieron el pasado miércoles con miembros de la Junta de Gobierno en el arzobispado de San Salvador, para reconsiderar su actitud.Ministros y directores de entidades estatales señalaron, en un documento firmado días atrás, a los coroneles Adolfo Arnoldo Majano y Jaime Abdul Gutiérrez que es necesario «que la Junta de Gobierno defina con mayor claridad los objetivos del Gobierno surgido a raíz del golpe de Estado del día 15 de octubre de 1979».

Los funcionarios tratan de convencer a los militares sobre un acento mayor en los problemas sociales con vistas a quitarle a las organizaciones de izquierda que combaten a la junta algunas de sus banderas políticas.

Así, pedían que el Ejército se defina como antioligárquico, paso que puso a los dos coroneles de la Junta en una situación delicada, dado que los altos mandos del Ejército ven con desconfianza las declaraciones de algunos ministros.

Los firmantes del documento exigían asimismo que las fuerza armadas reconozcan públicamente que el recién creado Consejo Permanente de las Fuerzas Arma das es su única «expresión política».

Con esto querían evitar que la corporaciones militares opinen públicamente.

En la actualidad, aparte de lo dos coroneles, la Junta está compuesta por tres civiles que representan al Partido Comunista, la Democracia Cristiana y la Social democracia incipiente.

Los ministros y funcionarios que pusieron condiciones para seguir en la Administración, y que cuentan con el apoyo de uno de los miembros de la Junta de Gobierno, Guillermo Ungo, exigen que sea separado de ese ejecutivo colegiado el ingeniero Mario Antonio Andino, que -para ellos- representa allí al «capital progresista».

La reunión en el arzobispado, tras conocerse el rechazo militar al condicionamiento de los funcionarios, fue promovida por el arzobispo Oscar Arnulfo Romero, que actúa como mediador en esta primera crisis grave del Gobierno.