El doble juego de Suárez
«( ... ) La UCD catalana ha mostrado sus posibilidades, pero también sus limitaciones. Máxime cuando se trata de afrontar unas elecciones locales en las que contarán más que nunca las señas de identidad propias, nacionales, y menos que antes la vinculación al aparato estatal y la manipulación del aparato televisivo. ( ... )Convergencia ha decidido ya dónde va a cosechar nuevos votos: entre los abstenrionistas silenciosos y entre el electorado de UCD. Esto y una disminución de los socialistas provocada, entre otras cosas, por la presentación anunciada de los PSA andaluz y aragonés, podría darle la presidencia de la Generalitat o al menos una posición muy fuerte en las futuras instituciones autonómicas.
Esta posibilidad, que sube enteros día a día, obliga a Suárez a un doble juego: por una parte, sigue apoyando la UCD catalana, aun a costa de convocar un congreso de fusión que ha sido el hazmerreír de la práctica democrática común a la mayoría de los partidos catalanes. Y la apoyará hasta el final, hasta el 13 de marzo, intentando otra vez que los seguidores de Cañellas lleguen en segundo lugar. Si fuera así, podría escoger entonces entre gobernar con Convergencia o con los socialistas desde posiciones de fuerza. Pero todo indica que la UCD no mantendrá sus posiciones iniciales y que CDC le ganará terreno. Suárez lo sabe o lo intuye. De ahí su doble juego y una estrategia que mira a plazo más largo que el estrictamente electoral hacia Pujol. Un Pujol definitivamente escorado hacia el centro derecha, protagonista de una política conservadora no sólo por convicción e interés propio, sino por la puja constante que supone la presencia de la UCD a su derecha.»
, 1 de enero
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