Washington, preocupado por la aparente "desaparición" de siete rehenes

El Gobierno norteamericano expresó ayer su preocupación ante las discrepancias sobre el número total, de rehenes retenidos en su embajada de Teherán desde hace 53 días por activistas islámicos e instó nuevamente a las autoridades iraníes a que faciliten una lista de los cautivos.Los tres clérigos norteamericanos que pudieron visitar a los rehenes el día y la víspera de Navidad aseguran que son 43 en total, mientas que el Departamento de Estado insiste en que los prisioneros de los ocupantes de la embajada son cincuenta. El problema de los «siete desaparecidos» ocupa ahora la atención principal de los medios de comunicación y de la opinión pública en Estados Unidos.

Mientras los diplomáticos norteamericanos preparaban activamente la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, que discutirá las sanciones económicas contra Irán esta misma semana, el portavoz del Departamento de Estado, David Passage, señalaba que en varias ocasiones se ha pedido a Irán una lista de los rehenes y su estado de salud, sin respuesta favorable.

Las hipótesis que se barajaban ayer sobre la discrepancia en las cifras oscilaban entre aquellas que apuntan a la muerte de varios rehenes durante el asalto a la embajada, el pasado 4 de noviembre, y las que se inclinan por que algunos norteamericanos se mantienen desde entonces ocultos en Teherán y que se encontraban fuera de la legación diplomática cuando ésta fue ocupada.

Sin embargo, la hipótesis que se recibe con mayor recelo es la que supone que varios rehenes, no necesariamente los siete, están aislados del resto porque seránjuzgados como espías por los activistas islámicos. Estos se negaron de nuevo ayer a facilitar una relación de sus prisioneros e intentaron que las tres grandes cadenas nacionales de la televisión norteamericana emitieran unas imágenes de los rehenes asistiendo a los servicios religiosos de Navidad, alternadas con una declaración del imán Jomeini.

Las cadenas de televisión se negaron, porque los estudiantes islámicos exigían que el reportaje televisual, filmado por la televisión iraní, se pasase íntegro, con el mensaje de Jomeini incluido. Del mismo modo, el diario Washington Post se negó el martes a publicar un anuncio, pagado por la embajada iraní, en el que Jomeini se refería a los rehenes como espías.

Pasada la pausa navideña, y una vez que parece evidente que los tres religiosos norteamericanos que visitaron a los rehenes no podrán conseguir la puesta en libertad de ninguno de eÍllos, la acción del Gobierno de Washington se centrará durante los próximos días en las Naciones Unidas.