Refugiados camboyanos, expulsados de la frontera tailandesa
Unos 300.000 refugiados desmontaron ayer sus cabañas para regresar a Camboya, tras recibir la orden de las autoridades tailandesas de cerrar su campamento, situado sobre la misma frontera.La orden daba a elegir a los refugiados entre irse a un centro de tránsito, en el interior de Tailandia, o regresar a Camboya, según declaraciones del príncipe Norodom Soriavong, portavoz de los refugiados del campamento de las fuerzas Jmer Serei (Jmers Libres). El príncipe añadió que los refugiados obedecen la orden porque quieren mantener buenas relaciones con los tailandeses.
Funcionarios de la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados del centro Khao I Dang, a catorce kilómetros de la frontera, dicen que sólo 77.000 refugiados ocupan las instalaciones, construidas para albergar a 300.000 personas.
Según los funcionarios del centro, los líderes de los Jmers Libres están utilizando «tácticas brutales».
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